La vida se puede resumir en algunas líneas cuando te la cuenta otra persona ¿Lo crees?

Todo sigue igual

Ella nunca presumió de su belleza, es una evidencia. En el mundo de la investigación científica acumula premios de reconocido prestigio internacional, su aspecto físico para eso carece de importancia.

Él, un guaperas, actor juvenil que al llegar a la treintena cambió los set de cine por platós de televisión alcanzando fama como presentador de prestigio. Su talento indiscutible como comunicador le hizo ser acaparador de todos los premios y batir todos los índices de audiencia. Con cierta fama de picaflor, más por lo que se contaba que por la propia realidad.

La televisión les unió en una entrevista donde ella era su invitada. Ambos jóvenes, independientes, con un futuro por delante, formaron la pareja perfecta, la familia que todo el mundo quería tener.

El cáncer llegó.

Él la miró. Ella no era la belleza de la que se había enamorado. A ella la enfermedad le hizo abandonar su trabajo de forma temporal, replegándose sobre sí misma. Encontró consuelo en su hijo de corta edad. Él no la entendió. Sintiéndose sólo buscó refugio en el fondo de una botella. Su profesionalidad se vio comprometida, el showbusiness le dio la espalda. La familia más cercana prefirió ignorar las señales esperando que la situación en casa cambiara.

A medida que ella se fue recomponiendo se dio cuenta que cuanto les había unido ya no estaba. Volvió a su laboratorio, a ser la mujer bella de siempre. Firmó su divorcio. El cáncer le dejo la mirada llena de melancolía, aún sigue luciendo la alianza de casada.

Él pasó por una clínica de desintoxicación. No ha vuelto a la televisión. El cine le ha convertido en un galán ya madurito con una legión de fans y taquillazos en pantalla grande y series de televisión. Lleva colgando de su brazo una mujer bellísima, independiente, una de la influencers más conocidas y famosas del país, tan parecida a su primera esposa que tienes que mirarla dos veces para darte cuenta que no es ella, la similitud es tal que tiene hasta el mismo nombre.

Galiana