Tan enfrascados estamos en el rescate a la Banca, en la austeridad mal interpretada y peor entendida de Merkel, en los partidos de España en la Eurocopa que nos hemos olvidado de una de las joyas de este Gobierno; la famosa y absolutamente injusta amnistía fiscal o como dice Montoro, con ese lenguaje que se inventa para tratar de explicar lo inexplicable, el reajuste de los activos ocultos.

Para que nos entendamos todos entre tanta cumbre internacional Rajoy ha decidido que el mejor sistema para recaudar impuestos, no sabemos quien es el lumbreras que le ha asesorado en esto, es perdonarle a los ricos (los pobres eso de defraudar no sabemos ni como se conjuga) lo que hayan escamoteado al fisco siempre y cuando se presenten voluntariamente en Hacienda y digan eso de: “Soy un defraudador,estoy arrepentido y me acojo a esta amnistía fiscal y asumo el pago del 10% de cuanto he defraudado y del resto nunca más se supo”.

¿De verdad el Gobierno cree que los defraudadores y evasores del fisco son tan imbéciles como para hacer algo así? No podemos creer que el cretinismo de Rajoy le haga pensar que así va a llenar las Arcas del Estado; así lo único con va a conseguir es tener una justificación para subir el IVA lo que no está escrito (del 8% al 18%) para que “los de siempre” paguemos el “siete” que los poderosos a través de un magnifico entramado de corrupción y defraudación le hacen al Estado a diario.

Por si el follón de la amnistía fiscal no fuera una broma de mal gusto, qué lo es, ideada por alguna mente maquiavélicamente perversa tenemos a la Ministra Mato para animar el patio. Ella que tiene ese dominio tan exquisito de la oratoria decide, suponemos que de motu propio, en lugar de explicar el copago farmacéutico y las razones para el mismo retratarse como lo que es, una incapaz al frente del Ministerio Sanidad, y para ello haciendo gala de una ineptitud que raya lo absurdo nos recomienda usar los medios naturales para curar nuestras enfermedades.

Suponemos que la Ministra de Sanidad debe contar en su círculo más íntimo con asesores en homeopatía y propietarios de herbolarios quienes le han dado algunas nociones de cómo una gripe puede curarse con leche calientea la que se le ha añadido un chorrito de coñac y un par de días de sudarla; de cómo comer hojas de menta para evitar la sudoración excesiva, o usar perejil para provocar abortos.

Entre los ricos burlándose de Montoro y su amnistía fiscal y los pobres teniendo que recurrir a los remedios de “la abuela” para curar las enfermedades decir que España es una república bananera se queda corto porque más bajo es difícil que podamos caer, aunque cosas más difíciles hemos visto.

Galiana