Afrontar el futuro de la UE sabiendo que se admiten Gobiernos donde las mentiras y las falsedades son seña de identidad no es lo mejor que nos podía suceder a pesar que Rajoy lo aplauda; ya se sabe los iguales se reconocen y se prefieren como aliados nunca como enemigos. Aunque por esta vez no podemos decir que el Presidente del Gobierno no haya sido sincero dado que solo ha pensado en como la UE y España salían beneficiadas con la victoria de la derecha importándole un pimiento la suerte de los griegos.
Las razones para el egoísmo de Rajoy ante el triunfo de la derecha en Grecia no tiene nada que ver con la ideología pues hace tiempo que el credo del Presidente del Gobierno se perdió nadie sabe muy bien donde y lo único que le preocupa es salvar su culo y asegurarse unos meses más en Moncloa para no pasara a la historia de nuestra reciente democracia como el Presidente que menos tiempo estuvo al frente, no superar el mandato de Calvo-Sotelo no le hace ninguna gracia.
Volviendo a Merkel que luego nos dicen que hemos convertido a Rajoy en el único protagonista de este espacio, eso de querer gobernar en la UE aplicando las tesis del miedo nos recuerda a ciertos tiempos que parecen muy lejanos pero que no lo son tanto. Eso de amenazar “sotto voce” a los helenos con que votar a la izquierda y salir del euro equivale a ser más pobre de lo que ya se es no es una buena estrategia porque la política del miedo al final siempre termina explotando en la cara de quienes la practican y los tiempos ya están de por si convulsos como para añadirle más nitroglicerina.
Pero si la cuestión de implantar la política del miedo no fuera suficientemente grave, qué lo es, lo de apostar por que llegue al Gobierno de los Estados miembros de la UE los mismos que falsearon las cuentas públicas escondiendo debajo de las alfombras más de lo que se debe no es algo como para pasarlo por alto pues significa que todo vale para salvar el euro y eso en los Mercados Bursátiles termina por generar desconfianza en los gobierno de turno y por ende en la propia eurozona, con lo cual estamos en el mismo sitio que antes de las supuestamente cruciales elecciones helenas y como en el caso español aún peor con una Prima de Riesgo entorno a los 580 y un Bono superando con creces el 7%.
La tragedia griega no ha hecho más que empezar y quienes las jalean como lo mejor que le ha podido pasar a la política económica de la UE hacen gala de una ceguera importante que vamos a pagar a no muy largo plazo de tiempo. Lo insoportable de todo esto es que Rajoy cree que manteniendo a los griegos en la eurozona le va a servir para escudarse en alguien que le va peor que a nosotros; eso en Madrid, Atenas o Berlín es ser un cobarde amén de un inepto pero no creemos que descubramos nada nuevo sobre el Presidente del Gobierno uniendo junto a su nombre tales calificativos.
Galiana