Rajoy y su “realidad”
Tras la tormenta del rescate viene el minimizar los efectos del mismo y nada mejor que tapar, lo mal que se conjuga este verbo y lo mucho que lo usa y abusa del mismo el Gobierno. Para ello con airear los trapos sucios de los demás y cuanto más bombo y platillo le den “los chicos de la prensa” palmera y/o mercenaria mucho mejor; lo de dejar las Instituciones a la altura del betún es algo que tampoco tiene mucha importancia siempre y cuando sirva para apartar la vista del personal de lo significativo.
La verdad es que Carlos Dívar se lo ha puesto en “bandeja” a Rajoy porque quien más quien menos anda mosqueado con eso de pagar los fines de semana al Presidente del CGPJ y a su acompañante. La poca vergüenza de este personaje no tiene límites y está totalmente en consonancia con el desmedido amor al sillón que ocupa; es lo que tiene no entender que estar al frente de un cargo público está regido por la máxima que “la mujer del César no solo tiene que serlo sino parecerlo”.
Pero ni Dívar ni mil «cortinas de humo» nos hacen olvidar que sobre nuestras cabezas tenemos un rescate que no nos va a dejar respirar a un plazo largo, excesivamente largo, visto que los Mercados Bursátiles en lugar de darnos una palmadita en el hombro siguen en plan acoso y derribo a la Deuda española.
Sería muy sencillo culpar de todo a la crisis pero las dudas sobre nuestra economía las genera el propio Gobierno y tampoco estaríamos muy lejos de la verdad si afirmamos que con Rajoy y sus Ministros el enemigo lo tenemos en casa y en este orden de cosas es complicado intentar ganar la batalla.
Tanto cuesta que el Gobierno se sincere y diga sin tapujos que estamos inmersos en una situación tan crítica que no ha quedado otra que pedir un rescate a la UE o nos íbamos derechitos al garete. Los ciudadanos somos torpes pero no idiotas y entendemos mucho más de lo que cree el Gobierno.
Una vez aceptado que tenemos un rescate en toda regla porque somos un desastre de país añadir que las condiciones de la intervención, los plazos y los intereses son… Ahhh!!! que no podemos enumerarlos porque el Gobierno es incapaz de dar detalles porque eso de dar la cara en los momentos claves es algo que Rajoy no tiene ni idea de cómo hacer porque su cretinismo supera con creces lo imaginable.
Llegados a este punto donde nadamos constantemente en la mierda, con perdón, y en el horizonte no vislumbramos otra cosa nos planteamos que tal vez sería mejor prenderle fuego al barril de pólvora sobre el que estamos sentados dejando que todo explote para comenzar desde cero.
Galiana