Esto de que la Iglesia por los Acuerdos con la Santa Sede en este país tenga patente de corso debemos empezar a hacérnoslo mirar porque resulta anacrónico vivir en el siglo XXI y en un Estado aconfesional donde desde el púlpito se siguen imponiendo las directrices sobre la moral, la ética e incluso la economía a seguir, como si no tuviéramos suficiente con la hoja de ruta que nos envía Merkel cada semana.

El nuevo frente de batalla que pretende abrir el Gobierno para tapar el asunto Bankia y la dimisión/cese de Miguel Ángel Fernández Ordoñez el próximo 10 de junio, habida cuenta que de momento fútbol no tenemos, consiste en centrar todos sus esfuerzos en rebatir la campaña que ha comenzado el PSOE lanzándole un guiño a todos los que piensan que la Iglesia tiene una posición de poder que no debería y vuelve a la carga con el manido tema del pago de los impuestos eclesiásticos.

No vamos a negar que la Iglesia en nuestro país tiene una serie de privilegios que no debería tener porque hace tiempo que debieron ser abolidos pero ya sabemos lo que Cervantes puso en boca de su famoso hidalgo “…con la Iglesia hemos topado amigo Sancho”. Lo que no terminamos de entender es porque no se ha hecho antes y se propone ahora en plan oportunista lo cual nos lleva a pensar que la Iglesia puede terminar por convertirse en el “comodín de la llamada” porque tanto al Gobierno como al principal partido de la oposición les interesa desviar la atención de lo realmente importante.

Rajoy y Rubalcaba han proclamado públicamente que nuestra Banca no necesita un rescate, lo cual y dado la afición que tiene Rajoy a hacernos “un Pinocchio” no es difícil suponer que todo esto será una falacia para ver si de una buena vez los Mercados Bursátiles se apiadan de nosotros y empiezan a controlar a nuestra Prima de Riesgo la cual anda en plan descoque total y a “lo suyo” mientras dejamos que el tiempo avance y podamos seguir evitando la oficialidad de la intervención desde la UE lo cual se producirá a la mayor brevedad posible de ahí la prisas del Gobierno por privatizar algunas empresas lo antes posible como pago por los servicios prestados a “sus amigos”.

Volviendo al tema Iglesia que nos descentramos con tanta Prima de Riesgo loca, tanto agujero por tapar de Bankia y tanto “amiguismo”. En este país somos tan patéticos que no acostumbramos “a coger al toro por los cuernos” y en lugar de decir se acabaron de un plumazo los privilegios de la Iglesia no, tenemos que hacer propuestas a medias.

No nos dirán que no parece absurdo que en lugar de decir que la Iglesia pague el IBI, el IVA como todo hijo de vecino y ya que se lleva lo vintage recuperar para ello aquel famoso slogan de “Hacienda somos todos” nos enfrascamos en querer ser pobres hasta para pedir y le ponemos matices del tipo los edificios dedicados al culto estarán exentos de los impuestos, y con ello le dejamos la puerta abierta a que el Gobierno use la estrategia de llamada de atención del PSOE para aliarse con la Conferencia Episcopal y proclamar poco menos que a Rubalcaba se le ha ido la pinza porque por ese camino enzarzara a los católicos con los ateos y en este país se puede liar parda y no estamos para más jaleos que ya bastante tenemos con la poca sintonía que existe entre nuestro Déficit y nuestra Deuda como para tener a la Iglesia danzando en el medio con que si paga o no paga impuestos.

Galiana