Este Gobierno desnortado pretende hacernos creer que tener “una generación perdida” es un lujo que nos podemos permitir; su ceguera es de tal calibre que aboga por la involución como sistema de crecimiento intelectual; Rajoy y sus Ministros demuestran no estar en sus cabales siendo los únicos que recortan en Educación antes que en Defensa; podríamos seguir pero la verdad es que vivimos en un país donde el Gobierno no cree en la Educación, donde por cobardía no ha hecho desaparecer el Ministerio hasta convertirlo en una Secretaria de Estado o algo similar siguiendo el camino del extinto Ministerio de Ciencia.
Debe ser muy complicado que Wert, en calidad de Ministro de Educación, este por la labor de hacerle entender al Presidente del Gobierno que la Educación es una inversión, no un gasto.
Tan cenutrio puede llegar a ser Rajoy que no es capaz de vislumbrar que un país sin fuertes dosis de cultura y civismo se termina convirtiendo en un Estado plagado de serviles y mafiosos (de esta clase, a estas alturas de la película, estamos más que sobrados)
En el fondo lo que este Gobierno demuestra es un miedo atroz a que “el personal” sea capaz de diferenciar entre el jabón y el hilo verde aunque todo sea para la ropa; que la ciudadanía tenga espíritu crítico con todo lo que ello acarrea en relación con la búsqueda de alternativas.
En este orden de cosas lo anormal hubiera sido que la Educación desde las Escuelas Infantiles hasta la Universidad no hubiera salido a la calle donde docentes, alumnos y padres intentan denostadamente que el Gobierno no destruya lo que tanto ha costado conseguir en este país, que no es otra cosa que tener una calidad en la Enseñanza Pública.
Las aulas se quedaron vacías en todas las CCAA aunque desde el Ministerio se diga que el seguimiento fue solo del 20%; toda la Comunidad Educativa ha gritado en la calle porque no quieren que nuestros hijos terminen siendo en un mundo tan globalizado como en el que vivimos un vivero de peones sin cualificar, mano de obra barata que peregrinará por los diferentes países de la UE trabajando de sol a sol por cuatro céntimos al estilo de los años 60.
Respecto de que una huelga no educa como bien se proclama desde ciertos medios de comunicación “palmeros” de Rajoy debemos decir que a tenor de lo visto ayer en las calles de este país lo hace en el más amplio sentido de la palabra y el Gobierno debería hacer una reflexión sobre ello en el rincón de pensar a ser posible.
Galiana