Las cosas no están para entrar en el juego de las dualidades ni de las dudas, como tampoco estamos para bromas y desde luego no seremos nosotros quien las hagamos porque con amigos como Sarkozy ya tenemos suficiente jaleo en el patio como para meter más leña al fuego.
La verdad es que cuando hoy abran los Mercados Bursátiles de nuevo nos demostrarán que seguimos estando política y económicamente después de tanta reforma laboral y fiscal, de tanto recorte en los Presupuestos Generales del Estado, de “ajustar” 10.000 millones de euros en Educación y Sanidad, y de la privatización de no sabemos qué Servicios Públicos a la altura del betún; y eso con mucha suerte porque posiblemente nuestro descenso a los infiernos venga a confirmar una realidad que quien más quien menos venimos augurando desde hace tiempo sin ser gurús de nada.
Rajoy y su Gobierno no están ayudando a mantener algo tan importante como es la credibilidad ni en política ni en economía, más bien todo lo contrario la perdemos a pasos agigantados y luego se quejaban de Zapatero pero el tema “de hacer los deberes” a nivel de Bruselas ni está ni se le espera.
Tal y como está actuando este Gobierno, admitimos la acusación de catastrofistas completamente, vamos caminito de ser intervenidos de facto por la UE antes de lo que pensamos; no vamos a negar porque sería de tontos hacerlo que oficiosamente en España quien manda es Bruselas o Berlín, que al fin y al cabo son lo mismo, desde hace algún tiempo.
La famosa noche del 10 de mayo de 2010 está a punto de repetirse como en un Déjà vu con la salvedad que entonces nos protegió el estar presidiendo la UE y Bruselas no estaba por la labor de pasar por la humillación ante EEUU de tener que intervenir al país que ostentaba tal cargo. Ahora después de cambiar a Zapatero por Rajoy y bajarnos los pantalones ante Merkel más de lo que jamás hubiéramos llegado a imaginar nuestros gobernantes por no llegar no llegan ni a la categoría de bufones, con todos mis respetos para quienes si tienen tal distinción, y en tal escalafón la patada en el culo es casi obligada.
Rajoy todavía no tiene claro que ha dejado de ser líder de la oposición, que es desde hace poco más de 100 días el Presidente del Gobierno y como todavía no lo tiene asumido del todo no se dedica a gobernar que es lo que tiene que hacer. En este caos mental que se gasta el Presidente le ha dado por aferrarse a las convicciones ideológicas del PP, para muestra la famosa amnistía fiscal. Cuando recuerda que tiene la obligación de gobernar aborda los gravísimos problemas que nos acucian desde una postura caduca con soluciones rancias más cercana a la España de “Los Alcántara” que a la España del siglo XXI.
Esperemos que enmiende la plana porque como la UE nos intervenga de facto llegar a ser como “Los Alcántara” nos va a parecer un sueño imposible de alcanzar pero eso sí que nadie se ponga enfermo y acuda a un hospital público ni pretenda dar una educación pública de calidad a sus hijos porque eso será algo que no tengamos en un futuro cercano.
Galiana