Regateando con el déficit

UE cada vez se parece más a un Zoco donde los trapicheos están al alza; comprar y vender es un despliegue del arte del regateo donde el vendedor intentará que adquieras una baratija haciéndola pasar por una joya a precio de ganga y el comprador si es tonto se irá a casa con el convencimiento que ha sido él quien ha tangado al vendedor o bien es un listo y sabe perfectamente lo que quiere solo adquirirá al precio que le convenga consciente que nadie da duros a pesetas.

Rajoy a medio camino entre la inmolación y la proeza, aún no tenemos claro cómo calificar su actuación, se fue a Bruselas para decirle a Merkel que llegaríamos al 5,8% en el déficit y que diera gracias porque para poder logarlo nos iba a obligar a los españoles a encomendarnos a los Santos que agradeció Almodóvar su “Oscar” por “Por todo sobre mi madre”. Nuestros socios europeos no esperaban una salida de tal calibre y decidieron que se tomarían un tiempo para contestar, ya sabemos que estas cosas no pueden hacerse en arranques de impulsividad porque luego pasa lo que pasa y en la UE no son precisamente agiles tomando decisiones; transcurrido el tiempo oportuno tenemos nueva cifra de déficit.

Bruselas le dice a Rajoy que aún debe recortar 5.000 millones más, porque acepta un cambio en la cifra original del déficit pero que del 5,8% que ha propuesto el Presidente nada de nada, que nos demos con un canto en los dientes porque ahora será del 5,3%, en un descarado lo tomas o lo dejas.

Es entonces cuando Montoro no puede contener la risa en el Congreso ni ante un montón de periodistas porque eso de explicar que aún se nos va a apretar más el cinturón dado que el Presidente no domina el arte del regateo y una vez más la que manda es Bruselas.

El personal ante tanto despliegue de incoherencia e irresponsabilidad está más preocupado por saber de dónde narices van a salir los dichos 5.000 millones porque por mucha risa que le dé al Ministro de Hacienda el asunto no está para bromas; todos sabemos que esta nueva cifra de déficit que nos marca Bruselas tiene que conseguirse subiendo los impuestos, el IVA se tocará después de las elecciones Andaluzas y Asturianas, y recortando las prestaciones sociales

De seguir siendo quienes soportamos la asfixia puede que se encuentre con que olvidando toda nuestra educación le hagamos al Gobierno un corte de mangas que no se espera con una patada en donde la espalda pierde su casto nombre porque cuando la ciudadanía abrace las revueltas sociales, no es una opción a descartar, Rajoy no aguanta un año en Moncloa.

Galiana