La verdadera fiesta es ahora cuando acaba de empezar, no sabemos si será un éxito o un fracaso absoluto pero habrá espectáculo lo queramos o no, además nos hemos convertido en los protagonistas indiscutibles del mismo.
Rajoy le ha plantado cara a Bruselas, aparentemente, al decirle que nuestro déficit no bajará del 5,8%. Su desobediencia pactada, por lo visto lo habló con otros dirigentes de la UE, la compensará con más reformas, más recortes y más estrangular a las clases medias pero que ese es el tope, de momento, al que puede llegar porque no quiere revueltas en un país donde podemos caer todavía más bajo si las calles se llenan al estilo griego.
Oponerse a Merkel no debe haber sido nada fácil puesto que desde ahora en Bruselas no se fíen ni un pelo de la palabra del Presidente del Gobierno español porque donde dice digo termina siendo Diego; la misma política de mentiras mil que aplica en territorio patrio se la ha llevado a los dominios de Merkel y no sabemos hasta qué punto le van a soportar tanta ambigüedad.
La UE no ha rebajado ni unas décimas su postura; sigue insistiendo en que los deberes que tenemos que hacer son de un déficit al 4,4% y que en caso de no conseguirlo de nada habrán servido las asfixiantes reformas impuestas a los españoles, ni las buenas palabras que pueda tener el Rajoy o sus Ministros porque Bruselas exige obediencia y sumisión total a los mandatos de Merkel, en la línea de estás conmigo o contra mí.
A riesgo de ser tachados de poco comprensibles con la postura del Gobiernos vamos, por el momento, a mantenernos en la situación de expectantes porque no estamos convencidos que Rajoy le haya metido un gol por la escuadra a Bruselas en un acto de pillería sin precedentes dado que la UE no ha aceptado, todavía, la nueva cifra de déficit propuesta por España.
Los próximos días son claves para saber si la decisión de Rajoy es una heroicidad o un suicidio. No va a ser la UE quien otorgue una u otra calificación a dicho acto pues siempre tiene la opción de decir que en un acto de magnanimidad y dada la coyuntura económica acepta la cifra del déficit impuesta por Rajoy aunque no se nos puede olvidar que nadie da “duros a pesetas” y ya nos lo quitarán por otro lado. Quien de verdad tiene en su poder el convertir a Rajoy en héroe o en un suicida serán los Mercados y lo harán desde hoy mismo, logrando que o bien Bruselas afloje en sus expectativas respecto de España o bien Rajoy quede una vez más en evidencia como un pazguato y nos caigan encima las maldiciones que aún nos quedan por caer.
A la espera estamos…
Galiana