Rajoy es único para esto de mantener la expectación y es por eso que hasta bien entrada la tarde no desveló la composición de su Gobierno. Eso sí despachó a los medios de comunicación en poco más de un minuto sin admitir ni una sola pregunta, dejando bien claro que la relación con la prensa va a ser inexistente; desde aquí recomendamos que en lugar de convocar a los periodistas en Moncloa lo anuncie en Twitter y todos salimos ganando.
Del nuevo Gobierno que nos llama la atención demasiadas cosas pero por partes que son muchos Ministerios y no queremos dejarnos ninguno fuera.
Alucinados estamos al ver que Educación, Cultura y Deportes estén juntos, es evidente que al Presidente la educación y la cultura le importan poco o nada, a José Ignacio Wert como sociólogo esperemos que le importe algo más, cuidado que apoyó en su momento la “no Ley-Sinde”.
Que Ciencia no se sepa a qué Ministerio pertenece es para hacérselo mirar y que los científicos mejor vayan haciendo las maletas porque para el nuevo Gobierno son inexistentes.
En el Ministerio de Economía y Competitividad la primera parte del título sabemos de qué va, más o menos; la segunda no tenemos ni la más remota idea de en que tenemos que tener capacidad de competir o rivalidad para la consecución no de algún fin. Esperemos que el Ministro de Guindos tenga claro a que se refiere el concepto porque como no lo sepa la llevamos clara.
Jorge Fernández que no tiene ninguna relación con el terrorismo se hace cargo del final del mismo desde el Ministerio de Interior, algo kafkiano si parece a primera vista.
En el genial y fallecido Miguel Gila se ha debido inspirar Rajoy al nombrar a Pedro Morenés como Ministro de Defensa cuando hace tiempo estuvo relacionado con una empresa armamentística.
Lo de José Manuel García-Margallo, conocido europeísta, al frente de Exteriores tiene su explicación dado que Rajoy necesita un “teléfono rojo” con Merkel.
Arias Cañete repite en Agricultura, se supone que ahora controlará el tema mejor que en la ocasión anterior porque los agricultores no elogiaron precisamente su gestión.
José Manuel Soria merecía un premio, Industria, Turismo y Comercio es un buen pago por los servicios prestado.
Lo que de verdad nos ha vuelto del revés son las “Anas”. Pastor ya lo fue de Sanidad pero debe ser que a Rajoy no le gustó su gestión y nos la pone en Fomento con el encargo de terminar al coste que sea el AVE a Galicia; a Mato la coloca en Sanidad más que nada para evitar chistes fáciles sobre el Jaguar y los atascos en las carreteras.
Montoro al frente de Hacienda era de cajón, lo de Sáenz de Santamaría de Vicepresidenta cantado, Gallardón en Justicia previsible y que Fátima Báñez aceptara “el marrón” de adelgazar la lista del paro indudable.
El Presidente del Gobierno debe ser poco supersticioso dado que son 12+1 sus Ministros.
Para terminar una última recomendación la próxima vez que tenga que cambiar el Gobierno que no lo haga el día antes del sorteo de “El Gordo” más que nada porque los afortunados quieren disfrutar de su buena suerte y el resto alabar la salud, pero nadie debería hoy estar hablando de la formación del nuevo Gobierno.
Galiana