Tener una relación de pareja no es algo baladí
Calma frente a furia
La calma de tu mirada con su fragancia a magia de polvo de hadas me envolvió de tal manera que desnortó mi brújula.
Te confesaré que en ese tiempo, tan invernal para el resto, de mi interior brotó una primavera diferente y desconocida a las anteriores vividas de formas dispares y convulsas.
Por fin quise adivinar la tranquilidad tan ansiada flotando densa y sin prisas sobre un mar despejado hasta más allá del horizonte. No vislumbraba barco alguno a la deriva, ni acantilado donde encallar.
Tan embriagada de luz estaba que me olvidé de las tormentas a traición, los huracanes sorpresivos, los terremotos inmisericordes, los desastres irresolubles, incluso de los naufragios asfixiantes y hasta de los laberínticos abismos.
Malo es confiarse en demasía de las percepciones que nos rodean, más si estas las genera un hombre como tú.
Tú que hasta para respirar te dejas arrastrar por la furia de tu corazón.
Galiana