Una cita con @GalianaRgm: «Ya no quedan héroes»

Las masas crean héroes, ¿son de verdad?

Ya no quedan héroes

No, no soy un héroe. Nunca he querido serlo aunque todos, incluida tú, me tratéis como si lo fuera, no lo soy. No sólo no lo soy, tampoco merezco serlo.

Para ti como para todos los demás soy un héroe porque saqué a aquellos chicos de entre las llamas del incendio de la fábrica. Según la versión oficial estaba allí por casualidad y me lancé al interior a por ellos arriesgando mi vida. Gracias a mi heroicidad los jóvenes no murieron. Nuestros convecinos, esos que nos han dado la espalda porque somos unos muertos de hambre, ahora hacen cola para saludarnos, atajo de imbéciles malnacidos.

Cuando los peritos concluyan la investigación nos volverán a ignorar, entonces la verdad saldrá a la luz y todos sabrán que no les salvé la vida, porque yo estaba dentro del edificio, yo fui quien provocó el incendio.

Piénsalo bien, ¿qué diantres hacía yo en aquella fábrica? Aquella no es mi zona de paso, en mi vida había estado por allí. En el fondo sabes que te estoy diciendo la verdad.

Todo sucedió hará cosa de un mes. Alguien me llamó desde un número oculto. Me ofrecieron mucho dinero por incendiar la fábrica. La mitad en efectivo. Recogí la cantidad en la consigna de la estación de tren en billetes pequeños, no debía ingresarlo en el banco para no dejar rastro; la otra mitad por el mismo sistema pasados quince días de finalizar el trabajo, mañana debo ir a por el dinero. La única condición fue que debía parecer un accidente, y que sobre todo la parte de las oficinas debía quedar totalmente destruida.

Lo preparé todo minuciosamente. Una vez iniciado el fuego fue cuando vi a aquellos chicos jugando a cosas de adultos escondidos en el almacén. Volví a entrar para salvarles la vida.

Puedo llevar sobre mi conciencia haber quemado un edificio para pagar nuestras deudas, con eso es fácil vivir. No soy un asesino y si hubiera dejado allí a aquellos dos chicos en eso me hubiera convertido.

No te estoy contando todo esto para descargar mi culpa sobre ti. Lo hago porque quienes me pagaron para que incendiara la fábrica enviarán a alguien a asesinarme, probablemente a ti también por el mero hecho de ser mi mujer, si vas a morir al menos mereces saber por qué.

Ella le miró atentamente. No había dicho ni una sola palabra. Mientras había durado la conversación había mantenido las manos metidas en el bolsillo de la rebeca de lana. Las sacó empuñando una pistola disparándole al pecho sin pestañear.

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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