
Ya estamos en la cuarta parte de Madre Tierra
Las hordas cumplen su cometido, el objetivo era claro. Una parte de las Hermanas de Armas dan caza a cazadores sin escrúpulos, otras, sin embargo, no necesitan armamento para aniquilar a todas las autoridades que se habían manifestado inútiles en las que los habitantes del planeta habían puesto todas sus esperanzas con el mandato claro: Salvar la tierra, costase lo que costase. Estos componentes de la Hermandad estaban mezclados en su espacio, eran sus camareras, sus guardaespaldas, sus queridas o sus traductoras. Preparados para actuar todos a la señal. Utilizarían sus manos para acabar con ellos si era preciso. Cada soldado escogía su propia fórmula.
En todos los rincones del planeta, especuladores, esclavistas y todo tipo de personas que se dedicaran pública o privadamente a dañar de miles de formas a la naturaleza serían aniquilados a la señal.
Mañana no te pierdas como continúa este relato dedicado a la Madre Tierra

