
Vamos con la segunda parte de Madre Tierra
Y mientras dormían…
En aquella importantísima reunión de jefes de Estado de todo el mundo, era un hecho, que no solucionarían nada.
Como en otras muchas ocasiones no eran capaces ni de pergeñar algo mínimamente positivo. Los países pobres, aspiraban al mismo nivel de desarrollo que los del primer mundo y estos, no estaban dispuestos a prescindir de la mano de obra barata que los pobres les proporcionaban, para seguir con su orgia de gasto inútil de recursos en su salvaje sociedad de hiperconsumo. El caso era que, aquellas cumbres sólo servían para perpetuar la supremacía de unos sobre otros a costa de una única perjudicada; la Madre Tierra, la exuberante casa de todas en el pasado y en el presente una débil sombra de lo que fue. Por lo demás, con aquellos mimbres no había futuro, ni para ella, ni para nosotros. Era hora de despertar del sueño de los inocentes y pasar a la acción.
Mañana no te pierdas como continúa este relato dedicado a la Madre Tierra

