Este atajo de políticos que dirigen los designios de los españoles están demostrando que para salir en la foto cuando toca campaña electoral, dar «canutazos» a los medios de comunicación, y frasecitas manidas a los suyos desde la tribuna de oradores del Congreso se las pintan de maravilla. Ahora bien, la cuestión es otra cuando vienen mal dadas. La gestión de la Covid-19 lo es. La clase política española no sabe ni por dónde empezar a meter mano al descomunal follón que ha organizado el virus.

Sánchez nunca ha sabido gestionar el tema. Confinó al país vendiendo la idea de salvar personas antes que la economía. Sus esperanzas estaban puestas en el turismo como arma para levantar el hundimiento que iba a provocar el cierre del país. El cuento de La lechera tiene mejor final que el contado por el Presidente Sánchez la primavera pasada.

Las CCAA suspiraron por el fin del mando único. Todas y cada una de ellas sentía que Sánchez se pondría la medalla si derrotaba al coronavirus. A día de hoy tenemos 17 caos diferentes de los que se cachondea el virus, un sindiós en temas como Educación o Sanidad en los diferentes 17 reinos Taifas, los contagiados multiplicándose de forma exponencial y cierto control sobre los muertos porque gracias a Dios al sistema sanitario ya no le ha pillado desprevenido.

El postureo de nuestros políticos, que tanto cotizó al alza, no sirve para estos tiempos. A más de uno habría que recordarle que seguimos con los presupuestos prorrogados de un tal Montoro nada menos que desde 2018. La situación económico social del país nada tiene que ver con la de ahora, no hay que ser un lumbreras para pensar que muy ideales no parecen para reconstruir un país asolado por una crisis sanitaria que ha provocado una destrucción de la economía, esta vez insalvable porque hasta el desastre ha llegado a un sector impensable como es el turismo.

Sánchez, Casado, Abascal, Iglesias, Arrimadas, Errejón, Urkullu, Rufián y compañía pueden seguir jugando con su postureo interminable a ver quién la tiene más larga porque es lo único que saben hacer. Todos carecen de visión de Estado, lo único que buscan es mirarse en el estanque del lago cual Narciso y sobre todo perpetuarse en el poder, no entienden ni entenderán que gobernar un país no consiste sólo en ser Presidente.

Galiana