Este verano a nuestros Ministros les ha dado por ver series de Tv. y están empezando a no distinguir la ficción de la realidad.

Aún a riesgo de ser acusados de amarillistas e incluso de oportunistas, no podemos sustraernos al llamado “Caso Bretón” habida cuenta del descomunal ruido que está organizando este macabro suceso. Sin entrar en el asunto en cuestión no dejaremos pasar un par de cuestiones que a nuestro entender van mucho más allá del morbo que despierta todo este truculento asunto y en el que no vamos a entrar pues ya se encargan de hacer un circo con todo ello algunos medios de comunicación.

Dado que todos nuestros conocimientos de antropología forense se reducen a ser adictos a la serie de Tv “Bones” no nos consideramos con la capacitación suficiente como para poner en duda los informes elaborados por nuestra policía científica, del mismo modo que tampoco creemos tener conocimientos sobrados como para otorgar mayor validez a los informes forenses privados. Lo que de verdad nos sorprende es la actitud del Ministro del Interior, Fernández Díaz en lugar de hacer de “Bernarda Alba” y defender a muerte a la “Científica” sale a la palestra para dejarla a la altura del betún; le ha faltado decir que del caso se va a encargar un tal Horatio Caine, a quien por cierto han dejado sin su CSI Miami esta temporada por falta de audiencia. De lo que no debe ser muy consciente el Ministro es que con sus declaraciones pone sobre la mesa que en este país lo público siempre es de inferior calidad a lo privado y que quien tenga dinero podrá llegar al esclarecimiento de los hechos.

Si el tema de Fernández Díaz ya es para echarse a temblar no lo es menos la actitud de la ciudadanía ante estos hechos que no vamos a negar a todos nos remueve la conciencia.

Tenemos la fea costumbre cada vez que hay sucesos tan espeluznantes de erigirnos en juez y parte y en esta tesitura enseguida queremos implantar la pena de muerte o la cadena perpetua saltándonos el Código Penal, la Ley de Enjuiciamiento Criminal o la Constitución, dejando claro que nos importa un carajo que el principio de inocencia sea el eje sobre el que se asienta nuestro sistema judicial. Como si en una de estas series de Tv americanas donde la opinión pública sirve como prueba acusatoria por encima de cualquier otra, sin saber de leyes hemos inculpado por asesinato a una persona que solo está encarcelado por detención ilegal; con esta actitud tan condenatoria le estamos poniendo en bandeja de plata al Ministro de Justicia la implantación del principio de culpabilidad como eje vertebrador en su más que ambicioso plan para reformar el sistema judicial.

Mientras estamos distraídos con el tema de unos informes forenses, que no tenemos ni idea de como se elaboran, desde el Ministerio de Sanidad nos quieren hacer creer que gracias al copago farmacéutico se ha descubierto que gastábamos en medicinas más de lo que realmente necesitábamos. Lo que se nos hurta en dicho informe, con premeditación y alevosía, es que muchos pensionistas y muchas familias no compran los medicamentos al carecer de recursos económicos con lo cual estamos bajando la calidad de nuestra salud y dentro de unos meses será el momento de ver las consecuencias reales del famoso copago.

En este orden de cosas y como “House” se ha dejado de emitir tendremos que ir a que nos cure el Doctor Vilches porque la Sanidad como la Justicia va a terminar siendo para quien pueda pagarla y no gratuita pública y universal como defiende nuestra Constitución.

Galiana