Hoy solamente tenemos ojos y oídos para la final de la Copa del Rey, para lo silbidos al himno nacional y al Príncipe; la bajada de la Bolsa, la subida de la Prima de Riesgo y demás asuntillos que nos traen de cabeza en los últimos meses nos importan un carajo. Así se caiga el mundo a los españoles habiendo fútbol que no nos esperen para otros menesteres.

Esta final tiene el morbo de ver en la capital de España como los catalanes y los vascos se disputan la Copa del Rey; no vamos a sacar los nacionalismos ni los republicanismos a relucir porque ese es el chiste fácil y para complicar el mismo ya tenemos a la Delegada del Gobierno de Madrid.

Cristina Cifuentes lo mismo nos muestra su lado más ultra conservador no autorizando una manifestación de ateos en un Jueves Santo por considerarla una provocación para los católicos alegando y no estamos para cruzadas religiosas, que lo mismo saca su lado más progresista el mismo día que 20.000 “culés” y 40.000 “leones” inundan las calles de Madrid autorizando una manifestación de los ultraderechistas Fuerza Nueva. La capital suponemos estará fortificará con los antidisturbios del mismo modo que hace cuando 15M se reúne en Sol.

Nuestra pasión futbolera no nos ciega como a Rajoy así que no nos olvidamos que es viernes y tenemos Consejo de Ministro lo que pasará no lo sabemos pero tenemos a un De Guindos que con el beneplácito de Montoro propondrá recortar de donde sea y a lo que sea porque necesita dinero fresquito para salvar a Bankia por encima de todo para luego una vez saneada y así poder practicar el deporte del “amiguismo” sin mucho problema. Por otro lado tenemos a Wert quien esta “pelín molesto” porque quería hacerse una foto para salir en los medios con los Rectores de las Universidades en plan “amigos para siempre” y estos le dijeron que para soportar las chanzas del tertuliano metido a Ministro no tenían tiempo porque ellos están para trabajar no para jugar a ser figurantes del show mediático del Gobierno. Y no podemos olvidarnos que tenemos la nueva “hoja de ruta” a seguir que nos ha traído Rajoy entregada en propia mano por Merkel. Con todos estos elementos el Consejo de Ministro promete y mucho.

Lo mejor de todo es que pase lo que pase en el Consejo de Ministros nos importara un carajo porque solo queremos disfrutar de una noche de fútbol para tratar de olvidarnos por un rato de las inmensas deficiencias que tenemos.

Lo dicho, que gane el mejor, que el orden público no se vea alterado por algún que otro desaprensivo, a pasar buen fin de semana y… ¡que no nos pase nada!

Galiana