Es viernes y tenemos Consejo de Ministros pero nos negamos a pasar el día esperando ver que hace Rajoy y sus “Eduardosmanostijeras”, más que nada porque hagamos nosotros lo que hagamos ellos van a recortar donde les dé la real gana tengan o no algo que recortar, y nosotros una vez sabido donde se llevará a cabo nos encogeremos de hombros y dado que ya no tenemos Liga de fútbol con la que ocupar el fin de semana aprovecharemos, si el tiempo no lo impide, para disfrutar del calorcito que ya ha hecho acto de presencia.
Una vez hemos decidido, suceda lo que suceda, en el Consejo de Ministros no nos vamos a inmutar es tiempo de pensar en cuestiones de otra índole las cuales nos sacan los colores más allá de los Pirineos gracias a ir de pobrecitos pedigüeños como tanto le gusta hacer a Rajoy.
Para nadie es un secreto que el Banco de España no se está enterando de cómo funciona esto de la crisis ni de cómo ésta está acabando con casi todos. La incompetencia manifiesta de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España, al frente de dicha institución tampoco es algo que nos caiga de repente sobre la cabeza porque quien más quien menos ya sabíamos que no tenía ni idea de por donde se andaba y que desde hace tiempo está a verlas venir.
Cierto que el Banco de España no se va a desaparecer como institución a pesar de no enterarse de la misa la media pero su credibilidad, esa que pase lo que pase el Gobierno debería haber defendido en plan Bernarda Alba, se encuentra en este momento no por los suelos sino lo siguiente.
Lo que uno no termina de creerse es que este esperpento de Gobierno abrazara la irresponsabilidad hasta el límite de pasear las vergüenzas del Banco de España y de su Gobernador por las barbas de la mismísima UE con la absurda idea que no iba a pasar absolutamente nada. Ni que después de nacionalizar Bankia gracias a los recortes en Educación y Sanidad la dejarán caer en Bolsa de manera estrepitosa sin que la CNMV suspendiera su cotización ni nadie hiciera nada por salvarla del desastre en ningún momento.
La solución para este desaguisado en nuestros sistema financiero, si es que existe, consiste en que las firmas Blackrock y Oliver Wyman hagan una valoración global en el plazo de un mes de las carteras de los bancos comparando su valor contable, su valor de mercado y el valor que tendrían en caso de agravaras la crisis. En resumidas cuentas que fiscalicen nuestros bancos antes de la intervención oficial de la UE porque Merkel no se fía ni un pelo de cómo nos las gastamos por aquí y es que visto lo visto la verdad es como para fiarse.
Disfrutemos del fin de semana, si nos dejan, porque el lunes los Mercados Bursátiles nos darán más palos que a una estera como viene siendo habitual nada más comenzar la semana y eso es mucho más peligroso que aguardar al Consejo de Ministros de los viernes.
Galiana