La Prima de Riesgo es sin lugar a dudas la reina de la fiesta; ella manda, nos controla y descontrola a todos a la par y por igual hundiéndonos en el pozo del abismo mientras nuestro Gobierno sigue culpando de todo a la herencia recibida, a los griegos y a quien pase cerca de Moncloa con tal de no asumir responsabilidades.
La idea que tiene Rajoy, imaginamos que alumbrado por alguno de sus iluminados asesores, así como el Ministro de Economía, que nadie olvide que De Guindos andaba por allí cuando la caída de Lehman Brothers desató el inicio de la crisis, es sacarnos de la misma implorando a Bruselas ayuda; la estrategia para conseguirlo no es otra que ponernos a todos a cuatro patas con los pantalones bajados y rezando a los dioses porque el daño sea indoloro y medianamente reparable.
Vayamos por partes porque esto de la economía es algo complicado y más que lo están complicando desde el Gobierno, Bruselas y demás.
Es más que evidente que la reforma financiera aprobada el pasado viernes en Consejo de Ministros no gusta ni a la Banca, ni a la UE, ni a los españoles, ni a nadie porque quien la pensó se debió dejar las neuronas en casa ese día o no tiene ni idea de cómo la crisis está devorándolo todo y que las formulas de la época de Aznar no son viables en estos momentos como tampoco lo fueron en aquellos, no lo olvidemos, pero dieron el pego.
Si el Gobierno pretendía con esta reforma financiera que nuestras entidades crediticias aparentaran una solvencia que no tienen se ha cubierto de gloria porque ha conseguido todo lo contrario; por si la cosa no fuera grave de por sí, qué lo es, ha arrastrando con ello a los bancos, cajas de ahorros e incluso al mismísimo Banco de España y a la gestión que del mismo hace Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dejando a todo nuestro sistema financiero a la altura del betún.
La consecuencia directa de todo esto es que los Mercados Bursátiles nos castigan como solo ellos saben hacer, golpeándonos sin piedad donde más nos duele.
España no se puede permitir una Prima de Riesgo coqueteando con los 500 puntos como quien no quiere la cosas, ni una Bolsa a niveles del 2003, ni un Presidente de Gobierno que no dé la cara ante los españoles, ni un Gobierno que no sepa ni por donde se anda, pero en este momento es lo que tenemos lo cual no es precisamente para tirar cohetes.
Rajoy no tiene ni idea de cómo controlar todo este descontrol y para colmo de males en lugar de apoyarse en un pacto tratando de solventar la situación con el resto de formaciones políticas, las cuales a tenor de la verdad andan contando los días para que se tengan que convocar nuevas elecciones dado que esto va a estallar y así sacar tajada de la debacle, quiere que la UE nos de la soluciones.
Sin ánimo de ofender al respetable alguien debería decirle a este Gobierno que hace tiempo estamos sintiendo el calor de las calderas de Pedro Botero y no necesitamos acercarnos tanto porque en una de éstas nos abrasamos por completo y con los recortes en Sanidad lo de acudir a la unidad de quemados no creemos entre en el sistema sanitario.
Galiana