Este país siempre ha estado y estará lleno de pillos, picaros y demás no vamos a negarlo porque sería de tontos hacerlo y ya tenemos suficiente con que el Gobierno nos tome por ello a diario. Entre los líos de la Banca y las corruptelas mil que tenemos por ahí vamos y venimos como quien no quiere la cosa nadando entre la mierda, con perdón, y nadie dice o hace nada.

Vayamos por partes que nos amontonamos y luego pasa lo que pasa.

Durante años la Banca, por empezar por alguna parte, se montó su propia “fiesta” y ahora resulta que los costes de la misma que suman la friolera de 85.000 millones la tenemos que abonar los “tontos paganinis de siempre”.

La reforma financiera que quiere hacer el Gobierno, que nadie se llame a engaños, no va a consistir en morder la mano que le da de comer aunque lo aparente. El plan radica en armar mucho ruido para con ello intentar hacer creer a los Mercados Bursátiles que nuestra Banca es solvente y sólida; nos van a permitir unas risitas maliciosas mientras nos reservamos el comentario sobre esta peregrina idea de engañar a quien todo lo controla con una burda treta infantil salida de la mente pensante de un Gobierno que no da para más ¡qué le vamos a hacer!

Rajoy, iluminado no se sabe por quién, mientras estábamos abducidos con la final de la Europe League nacionalizó la matriz de Bankia como quien no quiere la cosa y con todas las consecuencias que se deriven del acto; por si el fútbol no fuera suficiente cortina de humo desde el Gobierno se airea convenientemente por “sus chicos de la prensa” los escándalos en la Casa Real y la Judicatura con la finalidad de distraer nuestra atención de cómo los recortes en Educación y Sanidad finalmente van a parar a la Banca.

Para hacernos olvidar la nacionalización de un banco que una vez saneado a costa de “los paganinis de siempre” será oportunamente privatizado, nos presentan a bombo y platillo que el socio del “yernísimo” chantajea toscamente a la Casa Real, tema que desde Zarzuela niegan una y otra vez siguiendo el guión establecido porque de lo contrario deberían tener las maletas cargándose en el avión habiendo dejado previamente la corona sobre el trono sin muchos aspavientos.

Por si el chantaje real no tuviera la envergadura suficiente, qué la tiene, la Judicatura sale a la palestra en esto de meter mano en sitios indebidos teniendo conductas poco decorosas. El presidente del Tribunal Supremo Carlos Dívar es acusado por un vocal del Poder Judicial ante el fiscal general del Estado por malversación de fondos públicos pues, supuestamente, ha realizado viajes privados con cargo a “los de siempre”.

La matriz de Bankia nacionalizada con nocturnidad y alevosía, el prestigio de nuestros políticos le han encargado a Paco Lobatón que averigüe su paradero, la honorabilidad de los magistrados en busca y captura, a punto de estrenarse la función “Jaque al Rey”, y mientras “el personal” sale a la calle para celebrar en la fuente de Neptuno que el Atlético de Madrid es campeón de la Europa League, enhorabuena al campeón, pero…

¡¡Qué país!!

Galiana