Empezamos una nueva semana y para quienes hayan imaginado que nuestra pasión madridista nos va a servir para olvidarnos de cuanto pasa a nuestro alrededor sentimos decirle que el blanco color que parece tener la Liga no nos distrae ni un ápice de cuanto el Gobierno está destruyendo.

Nadie puede negar que tenemos un Gobierno incapaz de afrontar la delicada situación, a pesar de lo mucho que se jactaron antes de llegar al poder de saber cómo hacerlo.

En este loco disparate nos encontramos como Rajoy no es más que un títere acobardado y desbordado por la situación; que a la Vicepresidenta le quedan grandes los cargos que ocupa y que el resto de Ministros ni están ni se le esperan porque forman parte de una farsa absurda donde la falta de ideas para sacar a España de la crisis les lleva a confundir la autoridad con el autoritarismo.

El Gobierno sabe de sus debilidades y para acallar las voces de quienes le gritan que nos están llevando al suicidio en todos los terrenos no se le ocurre nada mejor que controlar la Tv pública mediante “decretazo”; a partir de ahora desde los medios de comunicación públicos solo escucharemos, quien quiera hacerlo, loas y alabanzas a nuestro Presidente y Ministros muy al estilo del autoritarismo del que tanto hace gala el PP en las CCAA que gobierna.

Una vez que el Gobierno tiene el control mediático público en sus manos afrontan como meter aún más miedo en el cuerpo a unos ya de por si asustados ciudadanos.

A los jóvenes les impone, no por decisión propia, el ser una generación Ni/Ni. Ni una sola medida para paliar la elevada tasa de desempleo juvenil, a pesar del peligro que entraña tener un país con jóvenes sin ocupación alguna. La Ministra Báñez, que nunca ha trabajado y que por lo tanto no tiene ni idea de cómo buscar un trabajo, en un gesto de generosidad le cede estos jóvenes a Wert para que haga lo que pueda con ellos.

El tertuliano ascendido a Ministro en lugar de hacer una reforma donde la Educación pudiera formar a los jóvenes no se le ocurre otra idea que subirles las tasas en la Universidad para que sean solo los de «familias bien» quienes puedan acceder a los estudios superiores; como le parece un exceso el número de alumnos que con grandes esfuerzos por parte de las familias pueden tener oportunidades de acceder a la Universidad soluciona el problema creando un mayor fracaso escolar y para ello recurre a las armas de ampliar la ratio de alumno por aula y de aumentar las horas lectivas de los profesores tanto en Primaria como en Secundaria.

Con los jóvenes abocados a la nada más absoluta como futuro, el resto de Ministros decide qué hacer con otros sectores de la población.

Ana Mato sale en defensa de la Ministra de Trabajo y decide reformar la Sanidad de tal manera que los únicos beneficiados sean los que se dedican al negocio de las pompas fúnebres dado que hacer pagar las medicinas a los jubilados que ya de por si tienen una pensión ridícula les obliga a elegir entre alimentarse o medicarse hasta el final de sus días salvo que alguien no lo remedie a tiempo.

Controlado los jóvenes y los viejos, queda el sector femenino pero el tema del aborto y la inexistencia de conciliación familiar que preconiza la reforma laboral somete  a las mujeres al autoritarismo del Gobierno de forma total.

Visto lo anterior deberíamos mejor distraernos de todo y centrarnos en que el Madrid le ganó al Barça en su campo y que con ello tiene la Liga más cerca porque se celebra el día del libro mientras en la calle solo se habla de fútbol que es al fin y al cabo lo importante.

Galiana