Cerramos la semana laboral igual de hastiados que la comenzamos porque los temas en lugar de ir en pos de la claridad se enredan cada vez más e incluso a los ya manidos se le unen otros que deberíamos haber superado hace tiempo.
En este afán que está poniendo el Gobierno por devolvernos con su involucionismo al siglo XX, en breve se implantará el NODO, faltaba que el Ministro a priori más progresista viniera a contribuir a tan gran desatino con ideas anticuadas sobre la mujer que nos recuerdan a los postulados que regían la vida de éstas en este país a finales de los años 50 y al famoso manual, de obligado cumplimiento, escrito por Pilar Primo de Rivera donde había frases tan lapidarías como “El fin esencial de la mujer es servir de complemento al hombre, formando con él, individual o colectivamente, una perfecta unidad social.”
Gallardón nunca ha sido un político al uso, podríamos poner mil ejemplos a lo largo de su dilatada carrera política pero no vamos a hacerlo porque eso sería darle bombo y es lo que siempre busca. El Ministro de Justicia jamás ha soportado que nadie le haga sombra, sus miles de enfrentamientos con Esperanza Aguirre son prueba evidente de cuanto decimos, y como no le gusta vivir en el oscurantismo propio de su ministerio está decidido a llamar la atención a costa de lo que sea.
Gallardón no se siente a gusto en este Gobierno donde Montoro y De Guindos le roban protagonismo porque la economía es la estrella que brilla con más luz, donde Báñez es la reina gracias a tener una lista de cinco millones de parados y defender una reforma laboral injusta para los trabajadores y que no hará disminuir esa cifra tan espeluznante, también está Wert que ha resultado ser un hueso rudo de roer poniéndoselo difícil porque todos los días sorprende con alguna que otra imbecilidad supina. En este orden de cosas Gallardón que siempre ha ido de «star» ha decidido que el Ministerio que preside esté en boca de todos aunque sea con declaraciones tan descabelladas como las de comparar el aborto con la violencia de género estructural.
En la creencia que las involucionistas declaraciones de Gallardón son más producto de su afán por estar por encima de sus compañeros de Gobierno le damos nuestra más sincera enhorabuena porque lo ha conseguido; ahora bien, hacer gala de este conservadurismo rancio no le hará subir más peldaños en su ansía por llegar a ser el number one en cuanto a Ministro preferido y le recomendamos la utilización de otros argumentarios que son mucho más necesarios en el ministerio que regenta como es la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal de la que tan necesitamos estamos.
Galiana
me produce espanto esta nación y su predisposición a la puerilidad rancia cuando nos encontramos a las puertas de un cambio de dimensiones inimaginables
es que no fue suficiente el penoso y patético atraso que trajo consigo en el pasado siglo la política preconizada por éstos ahora – para mi incomprensiblemente – gobernantes
nunca más, es hora de oponer la justa rebelión a quienes menoscaban las elementales ideas (libertad, justicia, paz, diversidad..) por muy seria apariencia que presenten
es que nadie se da cuenta que son los verdaderos malos valientes que realizan lo que cualquier discernir cuerdo, prudente, desarrollado se tomaría a broma
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Este olor a rancio ya retrógrado hacía el que nos quieren devolver Rajoy y los suyos no tienen nombre y no podemos admitir ni dejar que ocurra
Un saludo
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