Llegamos al viernes en una semana donde hemos descubierto que la consigna desde el Gobierno es que todos los Ministros reformen sus respectivos Ministerios sea como sea y al coste que sea.
Todo con la intención de hacernos creer en unos cambios sustanciales que no son más que pura fachada donde nada será como parece pero sirve para tapar la ineptitud de un Gobierno que ni sabe, ni puede afrontar la grave situación económica en la que vivimos.
La madre de todas las reformas debería ser la laboral que se supone es la que más falta hace; seamos sinceros en ella están Patronal y Sindicatos como si no estuvieran porque no se entienden o quizá se entienden en demasía porque no llegan al fondo del asunto y se recrean en cuestiones que en este momento podrían ser consideradas bagatelas. Lo que de verdad deberían poner sobre la mesa es como parar esta sangría de las cifras del paro, como crear empleo, como logar que lo jóvenes puedan entrar en condiciones decentes en el mundo laboral, pero estas cuestiones no son abordadas ni por recomendación médica.
Ya que mencionamos a los médicos cambiemos de Ministerio. La reforma Sanitaria es otro punto controvertido porque dada la falta de liquidez del Estado, uyyyyyyyy!!! no deberíamos ni mencionarlo pero lo decimos, la Ministra no quiere ni oír hablar de volver a aceptar bajo su tutela las competencias en Sanidad porque ni puede ni quiere hacer frente a la factura o mejor dicho al agujero que se ha generado en Sanidad desde que las CCAA mal gestionan el tema. Esperando está que pasen las andaluzas para hablarnos de copago sin tapujos y mientras tanto nos distrae con que la píldora postcoital vuelva a dispensarse en los Centros de Salud.
Sobre la reforma en Justicia o en Educación ya hemos opinado en otra ocasión y por supuesto defendemos que deban llevarse a cabo pero no así. Las propuestas del Ministro Wert no son más que un cambio de nombre para generar polémica y poco más dado que la Educación y la Cultura al Gobierno no le importan lo más mínimo. Sobre la Justicia Gallardón promete crear tensiones, es especialista en ello, pero de abordar una reforma en el Ley de Enjuiciamiento Criminal donde de verdad el inocente no tenga que defenderse sino que la acusación tenga que probar la culpabilidad del acusado nada de nada, seguiremos con el principio de culpabilidad rigiendo nuestro sistema de enjuiciamiento por mucho que se diga que es el de inocencia es quien lo rige.
Arias Cañete se destapa con una reforma en el Plan Hidrológico Nacional, pero que los murcianos no se froten las manos por mucho que Valcárcel sea del PP, ni los castellano/manchegos sonrían porque el Tajo no vaya a desembocar en la huerta murciana, la reforma propuesta es como las anteriormente expuestas un «tapa bocas» para distraer al personal sin más intención que menear la perdiz.
La reforma fiscal, que es tan necesaria como la laboral, lleva implicito un acuerdo entre Montoro y De Guindos y de momento eso es algo que está a años luz de producirse porque ambos Ministros no se soportan lo más mínimo con lo que la Vicepresidente bastante tiene con evitar que la sangre llegue al río entre ambos miembros del Ejecutivo aunque ambos son conscientes que deben ahorrar 50.000 mil millones y no tienen ni idea de como hacerlo.
A estas alturas nos preguntamos porque en un momento donde el tema principal debería ser salir de la crisis tratando de buscar soluciones que logren un crecimiento en nuestra economía la consigna del Gobierno es distraer al personal todos los días anunciando grandes reformas que se quedan en naderías con el objetivo de seguir ninguneando al personal.
Galiana