La CEOE está poniendo las cartas sobre la mesa porque nos guste o no es quien le va a hacer “un Merkel” a Rajoy, le va a decir la manera a la que tiene que hacer la reforma laboral que tanto necesitamos.
Cierto que necesitamos una reforma laboral pero las reformas suponen evoluciones no involuciones, suponen más equilibrios entre las partes, suponen desarrollar derechos adquiridos e incluso añadir alguno más. Este país no precisa una reforma laboral donde aprovechando la coyuntura de necesidad de trabajo la Patronal haga con los asalariados lo que le venga en gana con la anuencia del Gobierno y la parsimonia de los Sindicatos.
Se habla de los “minijob” como un contrato de trabajo para reformar los “contratos basura” de los que ya disponemos. Unos, como su nombre indica, trajeron más paro y más abusos por parte de la Patronal y se instalaron para salir de la crisis del 93; los nuevos supondrán llevarnos directamente a la esclavitud laboral.
Las razones de la CEOE son sencillas no hay trabajo, el personal no tiene ingresos porque quien más quien menos ya ha consumido su prestación por desempleo, han agotado los subsidios, en determinadas CCAA se han encontrado con el bloqueo de sus tarjetas sanitarias, y peregrinan de un lugar a otro para llevar a casa lo que sea.
No nos vale que en Alemania los “minijob” existan, entre otras cosas porque no están funcionando como el Gobierno de Merkel pensó que funcionarían y tienen más detractores que avalistas. Y no nos vale sencillamente porque nuestro sistema laboral dista mucho de ser como el germano y no se pueden implantar soluciones iguales en planteamientos sistemáticos diferentes.
Mirando nuestro sistema laboral, que es donde se debe mirar para tratar de solucionar el problema, la cuestión no es pensar cómo los trabajadores pueden aceptar un “minijob” donde cobrar no más de 400 euros y la Seguridad Social por cuenta del trabajador porque la respuesta a este interrogante es sencilla; todos tenemos el “vicio” horripilante de comer al menos una vez al día.
La pregunta que debemos hacernos cada uno de los trabajadores es donde están los Sindicatos cuando más se les necesita, donde están los que se supone defienden nuestros derechos laborales y nuestras condiciones de trabajo.
La Patronal es muy dueña y señora de querer aprovechar la coyuntura económica para apretar las clavijas a los trabajadores, para hacerles pagar esta crisis que nos golpea a todos, tiene todo el derecho a plantearlo; pero no nos equivoquemos, si al final esto llegará a suceder los Sindicatos serían los grandes culpables por permitir, por aceptar acuerdos esclavistas.
Si para salir de la crisis debemos convertirnos en esclavos, no gracias para eso nos quedamos como estamos, sin trabajo, sin prestaciones por desempleo, sin subsidios, sin tarjetas sanitarias, sin ingresos para nuestras familias pero libres; al aceptar hoy ser esclavos estamos esclavizando a nuestros hijos mañana.
Galiana
La linea que separa trabajo y esclavitud es muy fina. De hecho me cuesta percibirla tanto que abandoné su búsqueda hace tiempo.
saludos
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