Le guste o no a la CEOE tuvimos vacaciones en el “macro puente” y disfrutamos de las calles abarrotadas de gente y también pudimos comprobar que la crisis es real porque no encontramos largas colas en las cajas de las tiendas, mucha gente mirando y pocos comprando. La única larga cola que pudimos comprobar fue la de “Doña Manolita” quizá porque desde hace tiempo los ciudadanos de a pie confiamos más en la suerte que en el hacer de nuestros dirigentes políticos o en las recomendaciones de los “gurús” de la economía.
De vuelta a la actualidad todo sigue más o menos donde lo dejamos, nada ha cambiado, tampoco esperábamos que sucediera porque hace tiempo dejamos de vivir en bambilandia y en los milagros no hemos creído nunca.
La parsimonia del Presidente in pectore sigue siendo la nota a destacar, Rajoy continua inmerso en sus “dependes” sin desvelar nada de su programa de Gobierno a los españoles porque por lo visto solo Merkel y Sarkozy tienen derecho a conocerle y fue a Bruselas a contárselo; se llama necesitar la bendición de “El Padrino” previa a la toma de posesión.
Merkel, Sarkozy o como se les llama “Merkozy” siguen disfrazados de revolucionarios pero en el fondo no son más que unos dictadores, sabemos que esta palabra no es compatible con democracia pero ciñéndonos a la definición de la RAE, se entiende como tal a la persona que trata con dureza a los demás.
Dureza es el calificativo a emplear para el modo en que somos tratados por “Merkozy” porque acatas sus normas o te quedas fuera. Cameron ha optado por la segunda opción convencido que los ingleses saldrán de esta crisis a su manera, sin someterse a los dictados de una Canciller alemana que solo aboga por elevar el concepto de austeridad hasta niveles que no está dispuesto a exigir a los súbditos británicos pero que Rajoy si nos piensa imponer a los españoles.
Con estos mimbres “Merkozy” ha decidido forjar el cesto de una UE donde los ricos serán muy ricos y los pobres no saldrán de pobres; donde unos Estados miembros se someterán a los dictados de los que manden sin siquiera tener derecho de veto.
Mientras desde Berlín diseñan una UE a su medida con el beneplácito de París; Urdangarín admite implícitamente que “metió la mano” donde no debía exculpando de todo a la Casa Real, veremos si no le cuesta su matrimonio con la Infanta; el Real Madrid continúa perdiendo, como de costumbre, ante el todopoderoso Barcelona; Camps se enfrenta a un juicio con jurado popular por el feo asuntillo de “los trajes”, y el resto del personal afrontamos la semana ninguneados por todos pero encomendándonos a la fortuna de “Doña Manolita” porque es lo único que nos queda ante tanto desbarajuste.
Galiana
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