Tras una semana marcada por los apabullantes silencios de Rajoy, los desenfrenados nervios en el PSOE por encontrar la manera de hacerse con el poder, los mangoneos descarados de los Mercados Bursátiles con el agónico euro, se impone encarar un fin de semana previo a disfrutar, con el permiso de la CEOE, del gran “puente”.
Podríamos estar eufóricos al comprobar que la decisión de los grandes bancos de inyectar liquidez para «aliviar las restricciones en los mercados financieros y mitigar sus efectos en el suministro de crédito a los hogares y empresas, así como fomentar la actividad económica» hace que la Prima de Riesgo se tome un respiro, aún a tenor de ser tachados de abrazar la religión del “negativismo” el concepto euforia no entra por el momento en nuestro planes más inmediatos dado que la desconfianza desde hace tiempo es nuestra compañera de armas.
La crisis no se ha resuelto con esta medida, ni se va a resolver a corto o medio plazo. La decisión podría ser un alivio, que lo es, pero no es más que un remedio casero plagado de grandes dosis de esperanza y creencias en un ilusionado funcionamiento; para ver sus resultados verdaderos deberemos aguardar a los próximos días pues tal y como están las Bolsas cualquier cosa que se intente las hace dispararse con la fuerza de la gaseosa para después, y con la misma intensidad, quedarse en agua de borrajas.
La decisión de inyectar liquidez no es más que un muro de contención hecho con sacos de tierra para evitar un crack de previsiones incontrolables en la UE antes de la cumbre del día 9 en la economía mundial. Nadie quiere que la crisis que vivimos empequeñezca en los libros de historia hasta casi hacer desparecer a la crisis del 29.
Por el momento y ante el ansiado anuncio que Merkel y Sarkozy del próximo lunes nos esperan unos días en España marcados por el disfrute de un largo “puente de la Constitución y la Inmaculada”, magnifica mezcla de laicidad y religiosidad en un Estado aconfesional, observando las sinuosas curvas de la montaña rusa en la que se ha convertido la Bolsa.
Galiana