Acaba la semana y vamos a hacerlo como más nos gusta desvelando teorías conspiranoicas, para ello debemos retroceder en el tiempo, solo unos meses, cuando Zapatero anunció que no se presentaría a la reelección y después vino las pantomima de las primarias.

Jamás nos creímos que la elección de Rubalcaba fuera producto del consenso y del mismo modo tampoco que la renuncia de Chacón fuera una decisión personal de la política catalana para no perjudicar al partido.

El aparato dedocrático del PSOE puso la maquinaría en marcha no sin antes hablar con los implicados. Rubalcaba tiene la edad que tiene, en política lleva tantos años que las nuevas generaciones lo consideran “un clásico” y su carrera como servidor público puede que tenga algún que otro borrón, nadie por estos lares está libre de culpa, pero es verdad que sus posibles pecadillos son perdonables. Chacón es demasiado joven como para haber apostado por ella en un momento en el que se sabía que la derrota era como el título de la novela del gran García Marquéz “Crónica de una muerte anunciada”, quemar a un buen potencial candidato es un lujo que ningún partido se puede permitir.

La dedocracia del PSOE dictaminó que el sacrificado por todos y para todos sería Rubalcaba y éste aceptó, como siempre, la nueva encomienda sabiendo que iba como cordero al matadero, también es verdad que aún consciente de su sacrificio no se imaginó que su “muerte” sería tan cruel, despiadada e implacable. Chacón asumió que la dedocracia la apartará y una vez encajado el golpe soñó con obtener los galones de los que se cree merecedora apoyándose en los resultados del PSC.

De aquellos barros, estos lodos; los resultados electorales son catastróficos aún estando dentro de lo previsto.

El “viejo” Rubalcaba ha caído y guarda silencio sobre su futuro, al menos en apariencia, es demasiado “zorro” como para pronunciarse sin antes no calcular el siguiente paso, son demasiados años en esto de la política como para no saber cómo manejar los tiempos y las reglas.

Con lo que el PSOE no contaba es con que el PSC se hundiera del modo en el que lo ha hecho, o tal vez sí contó con ello porque Chacón no va a renunciar con tanta facilidad a presentar su candidatura a la Secretaría General.

El PSOE ha perdido más de cuatro millones y medio de votantes, eso es un roto en toda regla no un descosido, ahora no saben si poner un parche, hacerle un zurcido o sencillamente tirar la prenda y adquirir una nueva porque en las condiciones en las que está los arreglos no son la solución.

En los próximos días asistiremos a toda clase de guerras entre las familias, pero les aseguramos que todo está previsto, controlado y perfectamente orquestado.

Adivinos no somos y por lo tanto no podemos adelantarles el nombre de quien ocupara la Secretaría General del partido, pero les recomendamos que piensen en alguien con la suficiente fuerza para en un par de años estar preparado para volver al poder porque ese es el tiempo máximo del que dispone Rajoy para mantenerse en el cargo.

Galiana