Merkel y Sarkozy se han erigido en “míster” de la UE, y como tales deciden quienes juegan el partido, quienes se sientan en el banquillo y quienes salen del equipo de forma fulminante con el beneplácito de los mercados bursátiles.
Papandréu llevaba tiempo sin rendir como ellos querían, pero le mantenían en el campo porque su marcha podría desestabilizar el equipo; todos aguantaban su mal juego hasta que protestó, fue cuando le amenazaron con la suplencia en el banquillo y ante su insistencia se procedió a sacarle del club por encima de lo que fuera para sustituirle por un tecnócrata, Papademos, y con su juego confiar en la remontada griega.
El tema de sustituciones en el campo podrían haberlo dejado ahí, pero ya puestos les daba igual uno, que dos o que tres; total tres eran los jugadores que no estaban rindiendo en el campo y mejor de golpe que con cuenta gotas.
Solucionado el tema del incompetente y amenazante Papandréu por alguien más resolutivo como Papademos tocaba “cargarse” a una de las estrellas venida a menos que llevaba tiempo incordiando con un juego macabro que lastraba al equipo hacía el abismo.
La UE le indicó la puerta de salida a Berlusconi, pero el italiano no terminó de creerse que pudieran relegarle al banquillo y desafió a Merkel y Sarkozy apoyado en que la grada estaba de su parte y nunca permitiría algo así. En Bruselas no se “arrugaron” ante la fanfarronería de “Il Cavaliere” y en menos de lo que pudo imaginar rescindieron su contrato con el club sin pagarle indemnización alguna y demostrándole que la afición, su afición, le había dado la espalda desde hacía tiempo.
En esto del fútbol ya se sabe que “a rey muerto, rey puesto”, todos somos sustituibles y nadie es imprescindible por lo que a la vez que a Berlusconi le firmaban el finiquito se procedía a entablar contacto con su sustituto, Mario Monti un tecnócrata cuyas cualidades en el campo como europeísta, pragmático y riguroso le avalan para sustituir a Berlusconi.
Hemos mencionado tres cambios de golpe, dos han sido llevados a cabo por el sistema de dedocracia del que tanto gustan en la UE de un tiempo a esta parte, el tercero se decidió cuando a Zapatero le dijeron que no contaban con él para la nueva temporada y le aconsejaban buscarse un nuevo equipo.
Nuestro Presidente siempre prudente, poco dado a los escándalos y nada acostumbrado a ser el centro de atención prefirió convocar elecciones, a las cuales no se presentaría como candidato, dejando que los españoles decidieran quien sería el nuevo fichaje español en la UE.
El próximo domingo Merkel y Sarkozy sabrán quien es su nuevo jugador, las probabilidades de contratar al siempre indeciso Rajoy son de 90% aunque la idea del incisivo Rubalcaba siempre les puede sorprender.
Fútbol, fútbol y más fútbol, debe ser que la derrota de España ante Inglaterra nos ha afectado algo más de la cuenta; esperemos ganar el martes a Costa Rica para afrontar el final de una campaña electoral donde se sabe el ganador de antemano, salvo anomalías sorpresivas de última hora.
Galiana