“El Gatopardo” sigue ignorando su cáncer

No es la primera vez que traemos a colación a Giuseppe Tomasi di Lampedusa y su famosa novela “El Gatopardo” donde el siguiente fragmento en días como hoy está más vivo que nunca: «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie… ¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado… una de esas batallas que se libran para que todo siga como está».

A estas alturas de la película no destriparíamos el final al contar que la crisis es la asesina y la UE la asesinada porque eso no es lo importante; el quid de la cuestión está en saber si la UE sobrevive al asesinato, si lo hace de forma íntegra, hay que amputar algún que otro miembro para lograr la supervivencia, o si directamente la septicemia se ha propagado de tal manera que estamos asistiendo a una lenta agonía cuyo final irremediable es la muerte.

La UE ha sido un sueño, una ilusión, un ente ficticio que se dotó de realidad en el que todos creímos porque nos llenaba de esperanza. La frase está construida en pasado porque salga como salga la UE de esta situación nada volverá a ser como antes. El sueño se está convirtiendo en una pesadilla por momentos, para algunos más que para otros; a la ilusión ni está ni se la encuentra; el ente ficticio en el que presumiblemente todos los Estados miembros nos podríamos apoyar cuando vinieran mal dadas ha resultado no tener pilares de cemento sino pies de barro.

La UE busca salvarse a la desesperada, en situaciones descontroladas se toman decisiones apresuradas que no funcionan porque el intelecto de las cabezas pensantes está obnubilado y así nos va.

La Europa de dos, de tres y hasta de cuatro velocidades toma cuerpo a la misma vez que todo parece estar a punto de saltar por los aires y volver a los tiempos de la no existencia de la UE con todo lo que ello supondría de involución.

Grecia ha caído junto con Portugal e Irlanda, Italia retrasa el anuncio de su desplome por temor a que el “efecto mariposa” sea desmesuradamente incontrolable, y a España se le exige algo más que un cambio de Gobierno tras el 20N pero no se develará el secreto hasta el día siguiente porque los españoles solemos sorprender en las urnas más de lo que a muchos les gustaría.

Nos esperan días de apasionante incertidumbre, donde los “solucionadores” no tienen ni puñetera idea de que hacer y los especuladores se llenan los bolsillos gracias a los grandes mandatarios que no son otros que los mercados bursátiles.

¿Hasta cuándo vamos a seguir con remedios naturales homeopáticos cuando lo que se impone es la agresividad de un tratamiento con quimioterapia para enfrentar este cáncer que nos está devorando?

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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