La gran familia de la UE

Siempre hemos oído que la UE es como una gran familia, lo que nadie explica es el tipo de familia que somos y eso es lo que no proponemos hoy averiguar.

Hay dos tipos de familias las bien avenidas y las otras; como las primeras son pura ficción nos centraremos en las segundas.

Dentro de las segundas están las “tipo Corleone” donde da lo mismo como se lleven los miembros entre sí porque quien manda es quien decide para bien o para mal; desde luego no podemos decir que la UE pertenezca a este tipo de familias dado que en ninguno de los países miembros tenemos un líder capaz de llegarle a la suela de los zapatos a Don Vito Corleone, visto lo visto.

Dejando a un lado las familias más propias del género literario nos centraremos en aquellas que todas conocemos, esas que se reúnen como mucho dos veces al año, una para el cumpleaños del patriarca y otra por Navidad, y aunque no todos los miembros se llevan en paz y armonía fingen porque total son dos días al año y además tampoco hay problemas tan importantes que no se puedan solventar. La dificultad aparece cuando se introduce un elemento desestabilizador como es un grave problema económico y eso da pie a que las reuniones familiares sean casi todos los fines de semana e incluso entre la misma para poder solventar la cuestión. En este caso es cuando surgen las tiranteces y todo parece a punto de estallar porque cada cual mira para sí mismo. Bien, con todo el dolor de nuestro corazón debemos situar a la UE en este tipo de familias.

Después de meses viéndose los fines de semana, con cumbres hasta los miércoles, para intentar encontrar la solución que nunca llega al problema de la zona euro Sarkozy ha sacado las uñas harto ya de aguantar tanta memez. No soporta al flemático Cameron y el mal disimulado euroescepticismo de los ingleses, y mucho menos las bravuconadas de un Berlusconi que con sus actuaciones más propias de los cómicos italianos de las películas de los cincuenta se cree por encima de todo el mundo. En este contexto Merkel, que no tiene de Don Vito Corleone absolutamente nada, no sabe cómo poner orden en la familia de la UE, dado que todo lo que inventan ella y el francés está resultando no ser la solución esperada.

Ahora sabemos que lo que se necesita para salir de la crisis son algo más de 2 billones de euros, la “b” no es un error tipográfico, y los que se suponen son los líderes de Bruselas dudan entre poner a rezar a todos los ciudadanos miembros de UE para hacer que el dinero llueva del cielo como el maná, o por el contrario aceptar la ayuda de posiblss “salvadores” como Rusia, China o Noruega.

Lo dicho, es una suerte al menos saber a la familia a la que uno pertenece pero como decía una conocida presentadora de un concurso de tv “…hasta aquí puedo leer”

Galiana

Acerca de Galiana

Escritora, creativa
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