Desde la ventana hemos visto a escondidas cómo amanecía, cómo el sol iluminaba nuestra cama, nuestros cuerpos, nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, nuestros silencios… Nos miramos, la claridad del día habló por nosotros hasta hacernos sonreír, todo estaba desordenado y a la vez en calma.
Galiana