Parafraseando la cancioncilla de cierto anuncio de Tv de hace un montón de años podría decirse eso de: “Tenemos chico nuevo en la oficina, se llama Rubalcaba, y es divino, inteligente… él es así”. La cantinela sería aplicable siempre y cuando por “chico” entendamos un tipo que tiene casi 60 años y para nada se da un aire al famoso “chico de la Coca-Cola” por el que todas en un momento dado hemos suspirado; definamos “nuevo” como alguien que llevaba en política más de 30 años y sabe más por viejo que por diablo; y el PSOE lo asemejemos a la dichosa “oficina” de marras.
De Rubalcaba nadie pone en duda ni su inteligencia ni su astucia ambas le han convertido en el “viejo zorro” que es; tan hábil que incluso algunos, enemigos y acólitos, le tachan de gran manipulador dando por seguro que esconde algún que otro “muerto” en el armario, pero a ciertas edades y después de tantas batallas políticas quien no tiene algún que otro “cadáver” bajo la alfombra.
La declaración de intenciones del “chico nuevo” es justificar su candidatura al puesto con la consabida coletilla de “por mi y por todos mis compañeros y por mí el primero”. Sus convicciones se hicieron patentes al escuchar eso de “voluntarios para una misión imposible dar un paso al frente, las mujeres y los niños abstenerse” y el ver que nadie se postulaba le han llevado a dar el paso. Lo que de verdad ha convencido al personal a la hora de apostar por él ha sido que no hay nada que más le divierta a los socialistas como ver a Rajoy y los suyos cada vez que se les mienta a Rubalcaba correr a esconderse en la madriguera como ratas asustadas.
Respecto de si “el chico nuevo” va o no a conseguir despertar a tiempo al electorado socialista, sobre si al formar parte del Gobierno de Zapatero su labor será continuista, o sobre si su elección supone volver a un “felipismo” ya trasnochado, solamente el tiempo lo dirá.
A día de hoy el flamante candidato “in pectore” del PSOE a las elecciones del 2012, sigue siendo Vicepresidente Primero, Ministro Portavoz y Ministro de Interior las 24 horas al días, los 7 días de la semana y por el tiempo que resta hasta la fecha prevista para los comicios salvo que por algún extraño elemento, la no aprobación de los Presupuesto Generales del Estado por falta de acuerdos sería un ejemplo, el Gobierno se vea obligado a convocar elecciones para el próximo otoño.
El “chico nuevo” ha hecho gala de su sorna respecto de su cacareada elección para el cargo intrínsecamente relacionada con el sistema de la dedocracia, y desde hoy desvela por las diferentes CCAA el nuevo e ilusionante proyecto del PSOE para las elecciones del 2012.
Suerte para “el chico nuevo” porque tal y como están las cosas la va a necesitar tanto o más que su dilatada experiencia en resolver entuertos del calibre como en el que se ha metido.
Galiana