Quédate a dormir mañana, dije mientras se vestía el primer día que amaneció junto a mí.
Se quedó mirándome con cara de ya veremos.
Antes que yo hubiera salido de la cama se había esfumado.
El ritual lo llevo repitiendo más de una década, y sigo sin estar seguro si se quedará a dormir mañana.
Galiana


Muy bonito, gracias por compartir.
Me gustaMe gusta
Gracias a ti
Me gustaLe gusta a 1 persona