El rojo siempre fue nuestra perdición. La primera vez que te lo vi fue en el color de tu ropa interior. La última anoche, en tus ojos, antes que éstos se cerrasen para siempre, después de haberte metido el maldito fuego en las venas.
Galiana
El rojo siempre fue nuestra perdición. La primera vez que te lo vi fue en el color de tu ropa interior. La última anoche, en tus ojos, antes que éstos se cerrasen para siempre, después de haberte metido el maldito fuego en las venas.
Galiana
Un microrelato trágico, cargado de fuerza y pasión. Cada palabra destila sensaciones.
Cómo escribes!!!
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