Este relato es una petición que un lector me hizo en verano en la campaña de promoción. Espero que sepa identificarlo y sobre todo que le guste.
Veredicto
Trataré de ser lo más breve posible en contarles los hechos acaecidos en la noche de autos. Para ello tendré que explicarles cómo se encontró, mi cliente, esta situación.
Fue una noche sin luna, de esas frías y austeras. El acusado estaba en la coctelería que hay en el bulevar cuando apareció. No puede decir que fuese una entrada espectacular, pero de inmediato hubo algo en ella que llamó su atención. Tampoco es que fuera la mujer más atractiva del mundo, reconoce que ha conocido damas más bellas, sin embargo hubo algo en ella que le sedujo desde el primer instante.
A pesar de eso, trató de concentrarse en su vaso de whisky, solo, sin hielo, el cuarto, para ser más exactos. En aquel momento no quería ninguna relación con nadie, acababa de terminar de un modo bastante frustrante con una señorita y deseaba estar solo.
Se sentó a su lado, en la barra. No habló, no dijo nada. La miró con disimulo. Tenía manchas de rímel en sus pómulos, mientras que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
Pidió un vaso de agua. Lo recuerda a la perfección porque le llamó la atención. Aunque supuso que era para sofocar el disgusto que tenía.
Había algo en ella que le atraía al igual que un mosquito hacia la luz. Aquel desasosiego que la embargaba no podía ser fingido.
Como un estúpido la preguntó — Perdone, ¿se encuentra usted bien?
Entonces se giró a mi cliente, le miró, se echó en sus brazos y comenzó a llorar.
No recuerda con exactitud la historia que le contó, insisto una vez más que estaba bebido. Fue algo así como que su marido no la quería, que tenía un amante, que la maltrataba psicológicamente. No lo sabe, afirma no recordarlo. Tan solo notaba la agonía de sus palabras y su gran pena.
Después, se apartaron de la barra, para disgusto de los curiosos, y se sentaron en la mesa más alejada, junto con dos copas más. En realidad, ahora se da cuenta de que ella jamás probó una gota de ninguna, el acusado se la tomó todas.
Allí, sin tantos mirones, le relató que llevaba años atrapada en un matrimonio que la asfixiaba. Había descubierto varías infidelidades de su marido y que este, lejos de permitirle el divorcio, se dedicó a hacerle la vida imposible. La separación implicaba que la mitad de su fortuna sería para ella. Además no estaba dispuesto a perder su intachable imagen, y cito textualmente “por una puta de barrio a la que había sacado de pobre para su propio beneficio”
Con sinceridad, diré en su defensa que se creyó todas y cada una de sus palabras. La mezcla de alcohol y su melancolía hicieron que fuera así.
La noche siguió avanzando, mi cliente estaba cada vez más ebrio y ella continuó haciendo más confesiones sobre su deteriorada relación con su esposo y lo infeliz que se sentía. Según el acusado, ella fue tejiéndole una tela de araña alrededor, donde cayó sin ningún remedio.
Recuerda que pagó la cuenta y se fueron al coche. Allí todo se volvió mucho más borroso e inconexo. Entrando en un delicioso ensueño, supone que producido por el alcohol o algún tipo de sustancia que está convencido que ella le suministró.
Cuando recuperó la conciencia, más o menos, unas luces rojas y azules iluminaban una sala en la que nunca había estado. Estaba temblando de los pies a la cabeza. Un hombre se encontraba tendido en el suelo junto con un charco de sangre. En sus manos tenía una pistola, el arma del crimen.
Señoría, señores del jurado, tienen que creerle. Mi cliente afirma que ella, la desconsolada viuda que pueden ver junto al fiscal, le engañó, le drogó y le utilizó. No recuerda nada de lo sucedido y no hay más pruebas que el instrumento del delito y los datos aportados por la autopsia para demostrarlo. En su mano está declararle culpable o inocente.
La solución al juego la tienes clicando en la ilustración
La música me ha encantado. La verdad es que no la adiviné, pero he echado un rato guapo escuchándola. A los vallecanos nos gusta el gitaneo y esta es de mis preferidas.
Muy buen relato, Yu 😉
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Me alegro que te haya gustado. Fue un reto difícil, pero creo, que al final , quedó muy chulo.
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