Nana para un volcán
Silencio increíble
por inesperado,
muy deseado,
tantas veces invocado.
Descansa, respira,
relájate y duerme,
te canto esta nana
que escribí para ti.
No te sientas culpable
de dejarnos la ruina,
ni por este malpaís,
naciste volcán
todo fue tu destino.
Descansa coloso,
sueña con la paz
que trae tu silencio,
ya puedes callar.
Duerme por siglos,
duérmete ya,
duerme, descansa,
reposa ya.