Innovar sí, pero con un poco de sentido de la estética, por favor.
Nos han llenado Madrid de osos pintarrajeados dejados caer de cualquier manera donde se le ha terciado al funcionario de turno.
Afortunadamente, desde hace tiempo hay osos como el de Prosperidad que son modernos y no suponen una afrenta al buen gusto, no como esos otros desteñidos que espero que algún día sean retirados de nuestras calles.
El oso de la Prospe es de los de toda la vida, sin llegar al grado de realismo del de la Puerta del Sol, pero sus líneas y diseño moderno tienen una dignidad que ya quisieran otros.
