
Marchar, caer, levantarse, volver a marchar. La eterna condición del ser humano, no detenerse jamás y continuar hacia adelante. Siempre.
El bicho nos hizo pararnos y nos lastra desde hace dos años retrasando nuestra vuelta al ruedo. Este andén de la estación de metro de Sol es una muestra, a estas horas antes de la pandemia estaba a rebosar.
Sin embargo seguimos recuperando el pulso tanto las ciudades como los individuos, la gente sigue teniendo ganas de vivir.
Volveremos a apretujarnos en el metro 😊


