
Este mural que hay pegado a la Avenida de la Albufera siempre me ha crujido por dentro, el noble bruto rebosante de fuerza no tiene nada que hacer ante la embestida del minotauro que se impone claramente.
Ante la firme voluntad de dominar y vencer la fuerza equina se deshace vulnerable a la primera embestida, después de todo el carácter del caballo es ser montado y sometido.

