
Quién nace lechón, cochinaco muere. Esto me lo dijeron hace tiempo más abajo de Despeñaperros, y a fe mía que tenían razón. Es otra variante, creo, de que la cabra tira al monte.
En nuestra época la variante es la parábola del escorpión, si hay alguien que no la conoce que lo ponga en un comentario y se la cuento.
Pero, vamos, que de lo que se trata es que me gustaban las gallinejas, me gustan las gallinejas y me gustarán las gallinejas. Incluyo, también, los entresijos. Y muchísimo, muchísimo mejor, si son en buena compañía como el día que tomé esta foto.
Si aún no las han probado les animo a que lo hagan.












