…Y Cía @yuris76g Los cuentos de tradición oral: El castillo de Irás y no volverás (II)

Mi madre me ha hecho un encargo, nada fácil por cierto, por que por cada letra que escriba estaré pensado en él. Mi abuelo siempre me contaba un cuento, que jamás he querido leer en cualquier otro sitio porque para mí su versión siempre será la «verdadera», pero no quiero que se pierda o que quede en el olvido, voy a tratar de hacerlo tal y como él lo hacía, sé que seguramente para cada nieto, o para cada hija tuviera su versión, pero yo contaré la mía…

EL CASTILLO DE IRÁS Y NO VOLVERÁS (II)

 

En el capítulo anterior …Después cada uno volvió a tomar su camino.

To be continued…

El segundo hermano, el listo, llegó hasta un pueblo donde se estaba jugando una partida de cartas y decidió jugarla, con tan mala suerte que lo perdió todo, porque lo que no sabía es que había estado jugando con el diablo.

El diablo le ofreció tres pruebas para poder recuperar su libertad.

La primera debía construir un castillo en un solo día, y aunque era imposible aceptó.

Estuvo durante todo el día poniendo piedra sobre piedra y cuando ya quedaba poco para terminar el plazo, se le apareció una mujer bellísima y le dijo:

—No te preocupes, yo te ayudaré.

Y chasqueando los dedos hizo aparecer un castillo y desapareció

Al poco rato cuando el diablo vio el castillo, se enfadó muchísimo, aunque todavía le quedaban dos pruebas.

Para la segunda le dio una semilla y le dijo que tenía un día para que alrededor del castillo hubiera un hermoso jardín…

El segundo hermano se puso manos a la obra pero una vez más la tarea era imposible, quedaba poco para acabar el plazo cuando apareció de nuevo la hermosa mujer y dijo:

—No te preocupes, yo te ayudaré.

Y chasqueando los dedos hizo aparecer el jardín alrededor del castillo y desapareció.

Cuando el diablo apareció se enfadó muchísimo más. ¿Cómo lo había conseguido?, así que decidió subir la apuesta, si conseguía la tercera prueba podría casarse con una de sus hijas y sería libre, si no le entregaría su alma.

Al hermano listo no le quedó otra que aceptar.

La tercera prueba era la más difícil de todas, el diablo nunca pierde, tenía que hacer un lago para aquel fantástico castillo, en un solo día y tan solo le dio una pala para cavar.

El segundo hermano se puso manos a la obra, pero una vez más la tarea era imposible y por tercera vez se le apareció la bella mujer que dijo:

—No te preocupes, yo te ayudaré.

Y dicho y hecho ante ellos apareció el lago más bonito que nadie había visto jamás, esta vez antes de desaparecer dijo:

“Soy una de las tres hijas del diablo, pero como has visto soy buena persona, mis dos hermanas son peor que mi padre, eso sí, las tres somos iguales. Cuando venga mi padre y nos presente no debes hacer que me conoces, pero para que sepas que soy yo una avispa se posará sobre mi y sabrás cual debes elegir para casarte con ella.”

Y dicho esto desapareció.

Al poco rato apareció el diablo, y al ver aquel precioso lago se enfadó muchísimo, tenía que devolverle la libertad a ese muchacho, y encima tendría que casarse con una de sus hijas, pero como tenía truco, seguro que al final volvería a ser su esclavo.

El diablo le devolvió la libertad y llamó a sus hijas, tres muchachas muy guapas e idénticas, y le pidió que eligiera una de ellas para casarse, el muchacho las estuvo mirando muy de cerca hasta que por fin la vio, una avispa encima de una de ellas.

—Esta es con la que me casare, a esta elijo.

El diablo se enfadó muchísimo, ¡había elegido a la mas buena de sus hijas!, pero era un hombre de palabra y se casaron.

Aquella noche cuando todos dormían:

—Mi padre planea matarnos, ve a las cuadras, allí encontrarás dos caballos, uno que se llama viento y otro que se llama pensamiento, coge el que creas que es más rápido, mientras tanto yo voy a preparar un truco para que nos dé ventaja para huir.

El muchacho hizo lo que su esposa le dijo, y eligió al caballo blanco que se llamaba Viento, mientras tanto ella metía dos sacas de vino en la cama y hacia tres hechizos. Luego salieron los dos cabalgando a escondidas.

El diablo se acercó a la puerta de la habitación donde dormía su hija con su marido, golpeó la puerta y preguntó:

—¿Hija, hijo, estáis dormidos?

—Noooooo — gritó el primer hechizo.

Y el diablo se marchó.

A la media hora el diablo volvió a la puerta de la habitación, golpeó la puerta y preguntó:

—¿Hija, hijo, estáis dormidos?

—Noooo — contestó el segundo hechizo esta vez sin gritar.

Y el diablo se marchó.

A la media hora el diablo volvió a la puerta de la habitación, golpeó la puerta y preguntó:

—¿Hija, hijo, estáis dormidos?

—Noooo — contestó el tercer hechizo susurrando

Y el diablo se marchó.

A la media hora el diablo volvió a la puerta de la habitación, golpeó la puerta y preguntó:

—¿Hija, hijo estáis dormidos?

Esta vez no hubo respuesta, entonces el diablo entró con un cuchillo y se lo clavó a las sacas de vino pensando que estos eran su hija y su marido.

—¡¡Me han engañado!! — gritó muy enfadado

Y corriendo fue a los establos a coger un caballo, solo había uno negro, que se llamaba Pensamiento.

Como Pensamiento es más rápido que Viento no tardó en encontrarlos, entonces ella hizo un hechizo convirtiendo el caballo en un campo, a ella en hortalizas y a su marido en un hortelano.

Cuando el diablo se acercó le preguntó al “hortelano”…

—Perdone ¿Ha visto usted a un hombre y a una mujer montados en un caballo blanco?

—Tomates, lechugas, ¿hemos visto un hombre y una mujer montados en un caballo blanco? — respondió.

—Creo que no me ha entendido — volvió  a preguntar — ¿Qué si ha visto a un hombre y a una mujer montados en un caballo blanco?

—Tomates, lechugas, ¿hemos visto un hombre y una mujer montados en un caballo blanco? – volvió a responder.

El diablo pensando que el “hortelano” estaba loco dio media vuelta y tomó otro camino.

Ella deshizo el hechizo y montándose ambos en el caballo volvieron a escapar.

Poco tiempo pasó para que el diablo se diera cuenta que le habían engañado, así que dio media vuelta y volvió a ir a por ellos. Como Pensamiento es más rápido que Viento no tardó en encontrarlos, entonces ella hizo un hechizo convirtiendo el caballo en un lago, ella en un fantástico pez y a su marido en pescador.

Cuando el diablo se acercó le preguntó al “pescador”.

—Perdone ¿Ha visto usted a un hombre y a una mujer montados en un caballo blanco?

—¡¡Hace mil años que estoy pescando este pez y no puedo!! — respondió.

—Creo que no me ha entendido – volvió a preguntar — ¿Qué si ha visto a un hombre y a una mujer montados en un caballo blanco?

—¡¡Hace mil años que estoy pescando este pez y no puedo!! – volvió a responder.

El diablo le quitó la caña y se puso a pescar, pensando que si conseguía el pez, el pescador le respondería.

Entonces el pez, que no era otro que su hija disfrazada, mordió el anzuelo tan fuerte que cuando el diablo se puso a tirar, cayó al agua, y como el diablo no sabe nadar, se ahogó.

Ella deshizo el hechizo, cogieron el caballo negro, por si acaso y se fueron cabalgando hacia la libertad.

Y, colorín colorado, este cuento se ha acabado.

 

Gracias, abuelo.

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About Galiana

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4 Responses to …Y Cía @yuris76g Los cuentos de tradición oral: El castillo de Irás y no volverás (II)

  1. Avatar de antoncaes antoncaes dice:

    Me ha gustado el cuento o más bien la historia, ahora ya sabemos que se puede engañar hasta al diablo. 😉

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  2. Avatar de JM Vanjav JM Vanjav dice:

    Más lista era la hija porque de tal palo tal astilla. Y colorín colorado no vayas a ese lago a pescar que el fondo yace un diablo ahogado y a los peces ha contaminado.
    😂😂🖐

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