Hacía años que no aparcaba mi moto delante de un garito de los que huelen a cerveza, rock y testosterona.
Nada más cruzar el umbral de la puerta pude distinguir al macho alfa con su chica de la cintura marcando el territorio. A su alrededor grupos de veinteañeras jugando traviesas con integrantes de la manada.
Aquello en otro tiempo me hubiera apetecido, ahora ya no tengo edad.
En la barra me pedí una birra. Solo buscaba rock y alcohol.
La primera cerveza entró de golpe. Fue al pedir la segunda cuando vi la mirada de ella clavada en mí desde el otro lado de la barra. Era evidente lo que quería. Levanté la jarra mientras pensaba:
—¿Por qué no?
Paseó sus pocos más de veinte hasta mí sin apartar su mirada a sabiendas que ya tenía el premio.
—¡Bonita sonrisa!— le dije para que se parase.
—¿Demasiado para ti?
—Eso lo decides tú.
—¿Me pides un bourbon?—contestó mientras se posicionaba a tres centímetros de mí
Nos bebimos unos cuantos. Al salir la invité a subir a la burra, accedió a cambio de escoger la dirección. Me pareció justo.
Me llevó a un apartamento en el centro de Madrid. Todo decorado al estilo Ikea, muy recogido y aséptico.
—¿Te gusta?— Me preguntó antes de meter su lengua en mi boca y empezar a quitarme junto al sofá del salón la chupa, el pantalón, la camiseta… y yo hacer lo propio con su ropa.
De repente se abrió la puerta de lo que había imaginado sería el dormitorio. Apareció un tipo enorme, de ésos que te encuentras en un callejón y sales corriendo. Estaba completamente desnudo. Ella dijo:
—Amor, mira lo que te he traído esta noche.
Galiana
Me ha encantado… Tiene de todo: motos, rock, bourbon, muebles de Ikea… y sorpresa final.
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Muchas gracias 💕
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Corto pero intenso, me ha gustado mucho.
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Muchas gracias 💕
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