Por mucho que nos digan que el móvil al volante es una distracción parece que no nos entra en la mollera.
Los fabricantes de automóviles nos siguen vendiendo como máxima prestación del coche el bluetooth de serie. Un aplauso enorme para todos ellos.
¿Donde está la responsabilidad social de las compañías automovilísticas respecto de los accidentes de carretera por las distracciones? La nuestra ni está ni se la espera cuando vamos al volante.
Galiana