
Dalai Lama – Tenzin Gyatso, 1935 – Actualidad.
14º Dalai Lama del Tíbet – Líder espiritual del budismo tibetano. Premio nobel de la paz 1989. En 2011 renunció a sus cargos políticos como dirigente del Gobierno del Tíbet en el exilio, manteniéndose únicamente como líder espiritual y religioso.
Autor de obras como El arte de vivir en el nuevo milenio.
El amor y la compasión son las verdaderas religiones para mí. Pero, para desarrollar esto, no necesitamos creer en ninguna religión.
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Mi verdadera religión es la bondad. Si la practicamos en nuestra vida, no importa si sabemos mucho o poco, o si creemos en la próxima vida o no, en Dios o en Buda. Ese es el pasaje a la luz.
Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.
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Si crees en Dios o no, no importa tanto; si crees en Buda o no, no importa tanto; como budista, si crees en la reencarnación o no, no importa tanto. Debes llevar una buena vida. Y una buena vida no significa solo buena comida, buena ropa y un buen refugio. Estos no son suficientes. Una buena motivación es lo que se necesita: compasión, sin dogmatismo, sin filosofía complicada; sólo entendiendo que los demás son hermanos y hermanas humanos y respetando sus derechos y su dignidad humana.
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Reflexión: Qué mente tan clara y abierta y qué capacidad de tolerancia y amor universal nos transmite el Dalai con sus ideas sobre la religión. Él considera las religiones como creaciones humanas derivadas de las peculiaridades culturales propias de una zona o país pero reconoce que, por encima de ellas, por encima de creencias y dogmatismos, hay ciertos principios espirituales universales que nos envuelven y son comunes a todos, por encima de cualquier diferencia o creencia religiosa.
Me admira la sencillez con la que los expone: el amor, la compasión, la bondad, ser buena persona, ayudar a los demás, respetar los derechos y la dignidad humana.
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Ser buena persona
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Buenos días, Javier. Claro que sí, yo creo que ese «ser buena persona» engloba todo lo esencial que tratamos hoy, ya sea hablando dentro o fuera de una religión. Sin dogmatismos ni creencias rancias alienantes, sin efectismos, sin prejuicios: sencillamente, vivir siendo buena persona.
Esa me parece una gran visión.
Muchas gracias por tu comentario. ¡Buen día!
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