A cuatro días de la gran cena familiar. A cuatro días de decirle a tu suegra que cocina que es un primor, de reírle las gracias a tu cuñado por amenizar la velada con su capacidad como tertuliano de medio de comunicación.
Todo muy familiar, sí, sí, sí…
Para que nada falle tienes cuatro días para ensayar delante del espejo la sonrisa bobalicona que tienes que poner durante la cena.
Galiana
GalianayCía. 
¡Ay! qué poquito me gustan estas fiestas tan…miro en el diccionario y no encuentro la palabra exacta…
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La sonrisa bobalicona la llevo todo el año….
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Es lo que tiene ser buena gente
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Después de tantos años ya no es necesario poner caras raras, ni sonrisas tampoco, tan solo es suficiente con sentarnos cada uno en una punta de la mesa, donde no lleguemos ni con los tenedores y los niños sentados en el medio por si acaso. 😉
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Y quién trincha el pavo?
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El pavo hace mucho que salió corriendo, y aun no lo hemos cogido. Comemos sardinas en lata que tienen mucho hierro. 😉
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Picantes espero
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Por supuesto, así apetece más el vino. 😉
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Algo bueno se saca de los divorcios. El no compartir tiempo con quien no te apetece jj
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Eso también
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mejor ni pensar…
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Algunas cosas se hacen por obligación, otras por devoción
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Anda… con lo que mola… Pero lo que más molan son las cenas de empresa, ahí sí que hay que darlo todo. Menos mal que llevamos la sonrisa preparada de todo el año 😂😂😂😂
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Las cenas de empresa son peligrosas
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Tendríamos que poder decidir con quién comer y con quién, no. Pero eso es difícil cuando se junta la familia y siempre hay alguien que no es de nuestro agrado. Convencionalismos y más convencionalismos…
Un abrazo y feliz cena jajaja
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Me voy a reservar como va a ser la cena, así evitaré malas interpretaciones y demás jejeje
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Pingback: Sin ánimo de ofender: Ensayando para la cena de Navidad – Manuel Aguilar