Algunos hombres acusados de corrupción tienen por costumbre celebrar la finalización de un negocio, sufragado con el dinero de todos y sin nuestro consentimiento, invitando a putas con cargo al erario público a los empresarios por los que se dejan corromper. Y sin que esta partida figure en los Presupuestos Generales del Estado.
Galiana
Más claro escrito es imposible.
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Habrá a quién no le guste tanta claridad
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Pingback: Sin ánimo de ofender: ¡Estos hombres corruptos! – Manuel Aguilar
Me viene a la cabeza aquel personaje que hablaba de llevar «un volquete de putas». ¿Lo sabría porque su madre era pasajera del volquete? dicho esto sin ánimo de ofender a las putas, que bastante tienen con aguantar babosos.
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En esto se gastan lo nuestro
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