El camino por el que transitamos no es de baldosas amarillas. Yo no llevo unos zapatos rojos. Por suerte me acompañas siendo mí hombre de hojalata con corazón verdadero.
Galiana
El camino por el que transitamos no es de baldosas amarillas. Yo no llevo unos zapatos rojos. Por suerte me acompañas siendo mí hombre de hojalata con corazón verdadero.
Galiana