Por la vieja escalera subíamos hasta el desván a hurtadillas. Nunca se lo contamos a nadie. Jamás se percataron que, entre tanto trasto viejo almacenado, descubrimos la línea que separa el amor de la pasión.
Galiana
Por la vieja escalera subíamos hasta el desván a hurtadillas. Nunca se lo contamos a nadie. Jamás se percataron que, entre tanto trasto viejo almacenado, descubrimos la línea que separa el amor de la pasión.
Galiana