Me miras intentando hacerme creer que soy perfecta sin comprender que ni lo soy ni jamás lo he pretendido. Con el tiempo te cansarás de este juego absurdo, me cambiarás por otra más bella, con menos asperezas. Ocurrirá, estoy segura de ello, a nadie le gusta compartir la existencia con un manojo de espinas.
Galiana