«Vamos, no tengas miedo, cruza el túnel en dirección a la luz». Me dijiste sin que te temblara la voz.
Nunca me fié de ti y en cuanto amagué con hacerlo te faltó tiempo para cerrar la trampilla de salida y tratar de dejarme a oscuras. Te salió mal la jugada porque nunca traspasé el umbral que me decías.
Galiana